Con la llegada de septiembre, llega también el inicio del curso escolar, lo que implica preparar libros, material escolar, uniformes… y también llega el momento de pensar y planificar que actividades extraescolares van a realizar nuestros hijos a lo largo del próximo curso.
Según datos del Ministerio de Educación, más del 90% de escolares entre 6 y 16 años de edad, realiza alguna actividad extraescolar y en torno a la mitad dos o más semanalmente. Entre todos ellos, el 73% practica deportes (con el fútbol como gran protagonista) mientras que en torno a un 27% estudian idiomas o van a clases de música, baile, dibujo, pintura o informática.
Básicamente, el objetivo de las actividades extraescolares es que los niños llenen su tiempo libre con actividades que les mantengan activos, ya sea física o mentalmente, les diviertan y les ayuden a mantener un buen rendimiento. Es importante tener en cuenta que la formación extraescolar debe ser un disfrute y no una obligación (salvo cuando se trata de recuperar deficiencias académicas por malos resultados). Se trata de que sean una vía de desahogo y que los niños tengan suficiente tiempo libre para jugar, descansar y estar en familia, evitando las largas horas en el sofá, la televisión o la adicción a los videojuegos. Pero, ¿qué beneficios proporcionan, cómo debemos planificarlas y qué tipos de extraescolares son las más demandadas?
10 razones para realizar actividades extraescolares
Las ventajas de que nuestros hijos participen en las actividades extraescolares que ofrecen los centros educativos, o centros externos, son numerosas. Estas son algunas de las más apreciadas.
- Horario ampliado. Cuando por el horario laboral de los progenitores resulta muy difícil recoger a los niños del colegio, las extraescolares conceden un tiempo de prórroga, pero ojo, no nos quedemos simplemente en utilizarlas como recurso ante nuestra escasez de tiempo.
- Actividad complementaria. Si la extraescolar está relacionada con las materias impartidas en clase, apoyará los contenidos trabajados; pero si se trata de otras disciplinas no contempladas en el horario lectivo, complementarán la formación del niño.
- Beneficios de la propia actividad. Dependiendo de la naturaleza de la actividad, tendrá diversos beneficios para la mente y para el cuerpo. El ejercicio beneficia a su rendimiento y desarrollo físico, mientras que las actividades de naturaleza artística o formativa beneficiarán sus aptitudes más intelectuales.
- Liberación de energía. Se trata de un espacio donde gastar la energía disfrutando con sus compañeros y llegando a casa más relajados.
- Socialización. Al tratarse de un espacio más informal, es perfecto para trabajar la socialización de los niños ayudando así a formar una buena autoestima personal y social.
- Trabajo en equipo. El respeto y la tolerancia son aspectos fundamentales en la formación y en muchas ocasiones en los centros educativos no se puede trabajar tan a fondo el trabajo en equipo como sería deseable. Para desarrollar actividades deportivas o artísticas, el trabajo en equipo es en muchas ocasiones fundamental.
Estimulación emocional, al rendimiento escolar y alternativa al ocio nocivo
También cabe destacar las siguientes:
- Estimulación. El aprendizaje de contenidos y valores no se realiza de una forma única, por lo que resulta muy interesante que el niño aprenda desde diferentes perspectivas con diferentes profesores o monitores.
- Salud psico–emocional. Según diversos estudios, la práctica de deporte o la realización de actividades más académicas, reduce la problemática entre iguales, mejora la hiperactividad o la sintomatología emocional, repercutiendo positivamente en el rendimiento escolar.
- Alternativa contra el ocio nocivo. El tradicional juego en la calle, se ha sustituido por la televisión y los videojuegos, que resultan poco estimulantes para los niños. Se trata de ofrecer una alternativa más saludable y completa.
- Cercanía. La posibilidad de realizar las extraescolares en el propio centro escolar o en algún lugar cercano, es una manera de economizar el tiempo.
Cómo planificarlas
Entre las actividades que ofrece el propio centro escolar, las que ofrece el municipio y las que ofrecen distintas academias y centros deportivos, las familias se suelen encontrar con una larga lista de actividades sobre la mesa ante las que tiene que decidir. Se debe tener en cuenta que, aunque realizar alguna extraescolar resulta muy beneficioso para los niños, hay que evitar la sobrecarga que generará estrés, tanto a los niños como a los propios padres. En general, la mayoría de expertos recomienda que se realice una actividad extraescolar, o dos como máximo, en dos sesiones semanales de un máximo de una hora y media cada una.
En la elección resultará fundamental la disponibilidad y el horario con el que contamos; los gustos e intereses del niño, teniendo en cuenta lo que le atrae y es llamativo para él; alcanzar un acuerdo entre padres e hijos evitando las imposiciones; y centrase en aquellas que mejor vayan a favorecer el desarrollo del menor.
Una vez que se han consensuado las opciones de extraescolares más adecuadas con los niños, resulta muy útil preparar una plantilla con los horarios de todas las actividades para que todos os podáis organizar mejor. Es importante llevar a cabo este paso antes de apuntarse a cualquier extraescolar, para asegurarse de que no se solaparán con el horario escolar o con otras actividades importantes para el niño en su tiempo de ocio.
Cuáles son las extraescolares más demandadas
La pregunta es ¿Cuál es la mejor opción? En realidad no hay ninguna mejor que otra. De lo que se trata es de que los niños disfruten con ellas y acudan motivados. Cada actividad extraescolar, bien elegida, provoca unos beneficios en nuestros hijos ya que todas ellas requieren de una disciplina y un esfuerzo. Existen básicamente cuatro formas de agruparlas, en función de sus características y los beneficios que aportan:
- Actividades creativas/tecnológicas entre las que se encuentran la artesanía, pintura, robótica o la creación de videojuegos, por ejemplo. Potencian la imaginación, favorecen la expresión de los sentimientos e incentivan la creatividad de los niños.
- Actividades de música y baile donde la danza, los instrumentos y el lenguaje musical ayudan a desarrollar la coordinación y mejoran la capacidad de concentración del niño.
- Actividades académicas que proporcionan refuerzo en aquellas asignaturas en las que el niño necesita un apoyo extra. Los idiomas (especialmente el Inglés) y las matemáticas son las más demandadas.
- Actividades deportivas, donde el rey indiscutible es el fútbol, aunque también han experimentado un gran auge deportes como la gimnasia rítmica, baloncesto, patinaje, kárate o el tenis. Además de los innegables beneficios físicos que proporcionan al niño, aumentan su capacidad de organización, la tolerancia, la disciplina y el trabajo en equipo, además de inculcarle un estilo de vida saludable.
