Los niños también tienen su espacio en este local que evoca literatura y arte
Begoña Castellanos
Los niños también tienen su espacio en el emblemático restaurante y galería de arte Café Pombo, cuyo solo nombre ya nos traslada a un universo de arte, literatura y bohemia. El local afronta una nueva etapa enfocada a un público creativo e inquieto, amante de la gastronomía, las exposiciones, las novedades literarias, el microteatro y el cine, ya que la actividad cultural que se desarrolla en el mismo es muy amplia y variada con el fin de dejar en un buen lugar la marca de la casa. Ahora, ofrece por las tardes el mejor chocolate a la taza, acompañado de una gran variedad de tartas artesanales, para que las familias pueden ir con sus hijos a disfrutar de este mítico local y empaparse de ese espíritu inquieto y rebelde que definió a las vanguardias.
Café con greguerías
El Café Pombo está ubicado en la que fue la casa natal del escritor Ramón Gómez de la Serna, en una pintoresca calle situada entre el Teatro Real y el Senado, semiesquina a la calle de la Bola y a tres minutos escasos de la estación de metro de Ópera. Su dirección exacta: Guillermo Rolland, número 7.
El Café Pombo brinda la oportunidad a sus clientes de disfrutar de un excepcional espacio, donde la decoración está mimada hasta el último detalle, con una amplia carta de posibilidades culturales relacionadas con todos los ámbitos de la creatividad. El interiorismo tiene un sello vintage internacional y la puesta en escena, además de exquisita, está en constante actualización. Algunas de las piezas que decoran el café, cada una con su historia, se hallan a la venta, al igual que algunas cuidadas ediciones de libros, así como las obras artísticas que jalonan la paredes del local. Así que el mobiliario, los objetos de decoración, el arte y la gastronomía (otra forma de hacer arte) se funden en este espacio de uno de los barrios con más solera de Madrid.
Por si fuera poco, el Café Pombo, que persigue un trato personal con los clientes, renueva su oferta gastronómica de la mano de su jefa de cocina Latife Lat, una experta cocinera que mezcla el producto biológico y de temporada con su más inquieta faceta creativa. Todos los platos de la carta pueden degustarse de una manera informal, en pareja o en grupo, todo ello acompañado por una amplia selección de vinos nacionales, entre los que también hay dulces y espumosos.
El momento del postre es muy especial en el Café Pombo, ya que tanto el brownie como las tartas artesanales del restaurante son verdaderamente creativas y están preparadas con los mejores ingredientes del mercado.
En definitiva, una carta divertida que también piensa en los noctámbulos, al incluir, hasta el momento del cierre del local, una interesante carta de combinados, cócteles y tapas. Un tributo más a las noches literarias del mítico café literario del Madrid de principios del siglo XX de las que Gómez de la Serna y sus colegas eran asiduos. En definitiva, un lugar para espíritus inquietos, donde el arte, la literatura y la buena mesa se dan la mano.
Exposiciones de arte
El Café Pombo hace también las funciones de galería alternativa, ya que siempre hay una exposición de obras de artistas indiscutibles. Recientemente hubo una exposición de Picasso y en la actualidad se puede contemplar la muestra temporal Boquitas pintadas del artista venezolano Jorge Alió, a la que seguirá otra exhibición de paisajes madrileños, también de Alió.
El local dispone de 500 metros cuadrados, distribuidos en cuatro espacios, que dan cabida a diferentes y singulares propuestas artísticas, culturales y gastronómicas: galería de arte, biblioteca, cafetería y restaurante gourmet. También existe la posibilidad de abrir el local fuera de horario para eventos especiales.
Durante el verano, tiene un horario especial de apertura que va de viernes a domingo de 01:00pm a 11:00pm
