Claves del éxito de los Scouts durante un siglo

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Los Scouts siguen creciendo en todo el mundo desde que en 1907 Baden Powell fundase esta organización juvenil sin ánimo de lucro en Reino Unido.  Los datos son muy significativos. Presente en 162 países, 40 millones de afiliados de todo tipo de credos y religiones y 7 millones de voluntarios. Pero además de lo datos cuantitativos, no menos relevantes son los cualitativos. Personajes de  talla internacional han sido y presumido de formar parte de los grupos Scouts. Hablamos de figuras como el astronauta Neil Armstrong, del magnate de la informática Bill Gates, de políticos como Bill Clinton o John F. Kennedy, cineastas como Steven Spielberg o actores como Harrison Ford, de músicos como John Lennon o de la autora  de las novelas juveniles Harry Potter, JK Rowling o incluso del que fuera papa, Karol Wojtyla (Juan Pablo II). La lista de personas ilustres es interminable y en España destacan El rey emérito Don Juan Carlos, presidente honorario, el ex presidente del gobierno José Mª Aznar, políticos como Pascual Maragall o Alberto Ruiz Gallardón o artistas del mundo del entretenimiento como Alejandro Sanz o Emilio Aragón.

En España los datos aunque más modestos también son representativos. Los orígenes del grupo provienen de la Asociación Nacional de Exploradores que en 1940 tuvo que suspender oficialmente sus actividades con motivo de la instauración del régimen de Franco. Aún así, continuó clandestinamente su actividad hasta 1977, año en el que se registró La Asociación de Scouts de España. Actualmente la Federación de Scouts de España cuenta con más de 300 grupos y por encima de los 30.000 miembros.

¿Cuáles  son las claves del éxito de los scouts?

La primera pregunta sería esclarecer si es un método educativo, religioso, político  o simplemente una forma de ocio.

Descartemos  que sea una forma de proselitismo religioso o político. Como se puede apreciar, en la lista de scouts ilustres hay personas con diferentes tendencias políticas o religiosas. Ellos mismos afirman que en sus filas hay miembros de diversas religiones. Incluso desde MSC, Movimiento  Scout Católico, aunque se definen como católicos, insisten en que celebran las fiestas religiosas pero que no son catequistas. Permiten, además,  la pertenencia de miembros de otras religiones.

No tienen intereses políticos ni religiosos. ¿Qué es entonces? ¿Un club social de ocio al aire libre? Cualquier scout lo negaría con rotundidad inmediatamente y diría » Somos una organización con un proyecto educativo para niños y jóvenes que promueve su educación integral y su implicación en la sociedad». Ellos lo llaman de una forma un tanto pretenciosa, escultismo, y entre sus objetivos está «trabajar con la infancia con la ilusión de construir un mundo mejor a través del liderazgo entre iguales».

Lo cierto es que si simplificamos su mensaje, son una organización con un método educativo que orienta la mayoría de sus principales actividades al aire libre. Su objetivo es educar en valores como la paz y el desarrollo, la salud, la igualdad de oportunidades y género,  conservar el medio ambiente, el consumo responsable, la educación vial y uso responsable de las tecnologías.

Todo muy bonito. Pero, ¿Cómo lo hacen? Su secreto está en que los niños y jóvenes aprenden haciendo y al mismo tiempo divirtiéndose. Forman pequeños grupos con nombres divertidos, en los que tienen que asumir sus propias responsabilidades con la ayuda de adultos. En realidad no se obliga a nada a nadie. No tiene sentido que pertenezca alguien que no quiere estar. Su compromiso mayor, que denominan «Promesa», es algo que deben decidir los niños o jóvenes cuando ellos mismos se consideren preparados. Ni padres ni monitores tienen poder de decisión y no hay obligación de hacerlo. Ese día, el día que se comprometen recibirán la preciada para ellos «pañoleta».

Evidentemente que la asunción de este tipo  de valores tan positivos se hagan en un ambiente lúdico y al aire libre, propicia el compromiso de los niños y jóvenes. Las acampadas, excursiones, marchas, actividades al aire libre, etc. les encantan. Y aunque muchos de ellos pueden echar de menos las primeras horas los móviles, la tablet o los videojuegos, lo cierto es que después de que monten su propia tienda de campaña, recorrer varios kilómetros cargado con la mochila o estar tirando con arco, a todos ellos se les olvida pronto.

En el mundo actual tan dependiente de los últimos avances tecnológicos, los scouts parecen el último reducto donde los niños y jóvenes pueden divertirse, educarse e integrarse socialmente, sin la utilización de estos medios.

La verdad es que no me resulta extraño que  para apuntar en los scouts a un chico o chica actualmente haya lista de espera en todos los grupos existentes.