Comidas sanas (y muy ricas) para las vacaciones

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comidas sanas verano

Todos somos conscientes de que durante las vacaciones hacemos la vista gorda al disfrute del picoteo o, en el caso de los peques, las chuches o las comidas en verano típicas de food trucks (perritos, hamburguesas…). Es normal y está bien. Pero para evitar que el regreso a la vida cotidiana tras los días de descanso y diversión –y añadido a la nostalgia- no nos ‘pesen’ más de lo normal, podemos compaginar estos pequeños caprichos con comidas sanas, pero muy apetitosas. Os proponemos algunas sugerencias que a los más chicos, seguro, que les van a encantar y que van a permitir que vuelvan en forma.

Hidratantes y refrescantes ideas de comidas sanas

Los niños se mueven mucho en verano; practican deportes de playa y juegan corren al aire libre, pero también es cierto que sus pequeños estómagos –como los nuestros- se sienten atraídos por golosas y dulces propuestas. Sin renunciar a los excelentes sabores, en muchos locales de restauración podéis encontrar platos sanos y ricos, pero, sobre todo, los podéis preparar en vuestra residencia de vacaciones o, si ya habéis disfrutado de los días de descanso, en vuestra casa.´

Las frutas y verduras son indispensables todo el año, pero en verano, además aportarnos nutrientes, con el agua que contienen son muy importantes para hidratar. A los más mayorcitos quizás les guste el gazpacho (flojito) o el salmorejo. Pero la primera de estas recetas de comidas sanas se puede transformar de manera deliciosa con fruta como principal ingrediente. Por ejemplo, un gazpacho de manzana (la Granny Smith o la Golden son indicadas y se puede añadir un chorro de vinagre de manzana) u otro excelente, el de sandía (al que le podemos añadir un chorrito de vinagre de Jerez, además del aceite de oliva, por supuesto el pan, y un poquito de hierbabuena fresca).

Ensalada de pasta en Verano

Otra recomendable idea de comidas en verano son las ensaladas diferentes. A los peques les suele gustar la pasta y, aparte de su potencial nutricional, está deliciosa en ensalada. Solo basta con cocer, por ejemplo, unos fusilli o tornillitos, picar fino cualquier tipo de hoja verde (o judías), añadir unas aceitunas negras troceadas y aliñar con limón. Otra ensalada de éxito y muy refrescante que podéis preparar es la de pollo (pechugas a la plancha cortadas en tiritas) con aguacate troceado y cerezas deshuesadas cortadas por la mitad. El aliño, al gusto.

Legumbres, también en verano

Pues sí, los garbanzos, las judías blancas y las lentejas también son para el verano. Aportan la energía necesaria y de alguna manera, según la preparación, las podemos concebir como ensaladas. Fibra, hidratos de carbono y proteínas se concentran en lo que se puede entender como un plato delicioso. Por ejemplo, la de garbanzos se puede hacer a partir de un bote (si estáis fuera de vuestra casa es muy cómodo). En el bol o ensaladera, los mezcláis con un lata de atún (dependiendo del número de comensales) o, sustituyendo a estos con unos mejillones picaditos. Luego, añadid huevo cocido en láminitas y, si queréis, unas aceitunas. Ideal para llevar en un tupper a la playa, la piscina o al campo.

Otra idea dentro de nuestras comidas sanas para el verano es una ensalada de alubias blancas (también pueden ser de bote) con cuadraditos de patata cocida, huevo cocido picado, un botecito de guisantes y un toque en el aliño, yogur (si os gusta, el griego le da su punto).

El toque dulce (no lo olvidamos)

comer piña en verano

Hay dos estrellas entre las riquísimas y sanísimas frutas estivales: la sandía y el melón. Sus propiedades hidratantes y diuréticas están valoradas y son dos especies que se pueden compartir en una receta. Os proponemos hacer unas bolitas de estas frutas (con un sacabolas) o unos cuadraditos y ensartarlas en una brocheta, alternándolas en un palo con otra fruta estupenda, la piña. Para desayunar o merendar es una opción perfecta. Pero también puede ocupar otro lugar en la mesa si las frutas las alternáis con unas lascas de jamón o de mozzarella (o de ambas a la vez).

Otra idea que les gustará es la del batido de manzana (al gusto) con kiwi y zumo de naranja. Contiene muchas vitaminas y es muy reconstituyente, tanto en el desayuno como en la merienda. Le podéis añadir un poquito de azúcar (mejor, moreno).

Y si vuestros niños son ‘piscineros’ o de agua dulce, os sugerimos que llevéis en vuestra bolsa o mochila algún fruto seco para que repongan las sales minerales que pueden perder al hacer ejercicio en el agua.

Disfrutar de unas comidas sanas y nutritivas en verano es lo ideal, pero de todas formas –hagamos un paréntesis-, un día es un día. ¿Qué tal una rica paella, unos estupendos espetos o unos sugerentes pintxos? ¡Feliz agosto!