Cómo controlar el uso de los móviles en el colegio (y en casa)

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Cómo controlar el uso de los móviles en el colegio

El nacimiento de la telefonía móvil supuso un avance que no podemos negar. Ponernos en contacto inmediato con los más jóvenes y los mayores de la casa, echar mano de él si tenemos un percance en la calle o incluso avisar de un retraso en una cita médica o reunión importante. Pero ha llegado un momento en el que, en muchos, muchos casos, ha pasado de ser una ayuda a convertirse en una adicción, y no solo en los adultos; solo basta viajar en transporte público y echar un vistazo al vagón o al interior de autobús y darnos cuenta de que los libros se han sustituido por los móviles. También, la presencia de los móviles en el colegio es otro caso más.

Los niños ya sueñan con tener el primero a partir de los 10 años. Así lo señalan las estadísticas: en nuestro país casi el 70% de los chicos entre 10 y 15 años tienen uno con acceso a internet –según datos del pasado año- y lo utilizan también en las aulas.

Un debate sin normativa general (de momento)

En España no hay una legislación que regule el uso y la entrada de los teléfonos móviles en los colegios y centros educativos. Tampoco ocurre en la mayoría de los países; todo depende y queda en manos del colegio. Con el anuncio del Gobierno francés, en 2018, de la prohibición absoluta de hacer uso de ellos en los centros de primaria y secundaria hasta abandonar el colegio o instituto –ni si quiera se permite utilizarlos en los recreos- se inició el debate.

A la decisión del país vecino ya se había adelantado la de un instituto público de Lleida, el Torre Vicens, en el curso de 2016 a 2017. Los dispositivos no podían pasar la entrada del centro educativo. Recientemente, el consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, hizo público el plan del Gobierno regional madrileño de prohibir su uso en los centros públicos y concertados que se mantienen con fondos públicos y con una normativa general que lo regule. Solo se permitirá su utilización en el caso –como ocurre con las tablets- de que se haga con fines educativos (bajo supervisión de sus profesores).

También la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) –así como representantes de otros partidos políticos que no gobiernan en la Comunidad de Madrid- han expresado la misma opinión.

Pros y contras de su uso

El ciberacoso colegios niños aumenta cada día.
El ciberacoso aumenta cada día.

ANAR pide, además, que se regule el tiempo de uso, con control de horas, también fuera de los colegios. Se trata de que en casa se establezcan pactos entre padres e hijos y de que los primeros tengan acceso a los grupos de whatsapp que los chicos tienen con sus amigos. A veces, lamentablemente, detrás de estos se encuentra el ciberacoso.

Por otro lado, el que nuestros hijos, sobrinos, nietos –aunque, de primeras, con enfado- se acostumbren a aceptar las normas de horas al día en las que lo pueden usar, les hará mucho más responsables, poco a poco. Sí deben ser conscientes, como vosotros, de que tiene aplicaciones que se deben valorar, como anunciamos párrafos arriba, las educativas y también la agilidad en el uso de algunas de sus ‘herramientas’, incluso el ocio. Pero no hay que olvidar que las indicaciones de psicólogos y entidades relacionadas con las consecuencias de uso abusivo, señalan que es mejor que no dispongan de él hasta que hayan cumplido los 15 años. Y todos debemos recordar que se predica con el ejemplo; son muchos los adultos adictos al móvil (hasta en los chats relacionados con otros padres de compañeros de colegio de sus hijos).

Como en todo, con mesura, su utilización puede ser positiva, también los móviles en el colegio, y adelantar pasos a un futuro cada vez más tecnológico, el de ellos. 

Y tú qué opinas… ¿se debe prohibir el uso de móviles en el colegio?