Consejos sobre el material de esquí

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equipamiento de esquí

La elección del material adecuado es un aspecto que resultará vital para que toda la familia pueda disfrutar plenamente del esquí. Recordemos que este maravilloso deporte se practica en unas condiciones climáticas que puede resultar muy adversas, por el frío o la ventisca por ejemplo, en un entorno diferente al que estamos acostumbrados a desenvolvernos habitualmente (superficie deslizante e inclinada, botas que no nos permiten el movimiento del pie, unas tablas largas fijadas a los pies, etc.) y rodeados de otros esquiadores en nuestra misma situación. Por ello nos vamos a atrever a recomendaros unos cuantos consejos sobre la elección de cada uno de los elementos críticos que os harán disfrutar del esquí (tanto si pensáis alquilar, como si vais a comprar el material).

La elección de los esquís

esquies

Lo primero a tener en cuenta que a cada esquiador le corresponde un determinado tipo de esquís según su nivel, frecuencia de uso, tipo de esquí que practica y su forma física. Los dos principales objetivos son el de disfrutar y el de garantizar la seguridad del esquiador. Además de todo ello, tendremos en cuenta también la estatura y el peso.

Dejando de lado los rígidos esquís de competición, que por sus características específicas a los esquiadores normales les perjudican mucho más que los beneficios que puedan obtener. Lo mejor es hacerse con unos esquís polivalentes que serán mucho más manejables por su flexibilidad. Sin entrar en muchos detalles, su longitud ideal se situaría entre unos 5-10 cm menos que la estatura del esquiador. En principio, cuanto más cortos sean, mejoraremos su manejabilidad, mientras que si son más largos ganaremos en estabilidad pero serán menos manejables. Para los niños, podemos ampliar esta diferencia con su estatura hasta los 15 cm.

La elección de las botas

material botas de esquí

Una correcta elección de de las botas debe ser de la máxima prioridad ya que es de lo más delicado e influye directamente tanto sobre la forma de esquiar, como sobre el confort. Como en el apartado anterior, es recomendable olvidarse de las botas de competición (salvo que vayas a competir) ya que son tremendamente duras y resultan muy incómodas para soportar a lo largo de una jornada completa (los profesionales de la competición se las quitan inmediatamente en cuanto pueden).

En general, cuanto más dura y estrecha sea la bota, mayores prestaciones ofrecerá pero también será más fría e incómoda. En cuanto a la talla, debemos escoger exactamente la medida que nos corresponda, evitando el tópico de “un número más” ya que si es demasiado grande perderemos control sobre los esquís. Lo ideal es que cuando estemos de pie, toquemos la punta con nuestros dedos, retirándose levemente cuando permanezcamos flexionados. Os aconsejo que antes de la elección probéis diferentes marcas por su dureza y sus tallas. Para su mantenimiento trata de mantenerlas secas y calentitas y con los ganchos cerrados. Os recomiendo no usar calcetines demasiado gruesos, te cortarán la circulación y sentiréis más frío.

Las fijaciones

Las fijaciones deben estar especialmente adaptadas al nivel del esquiador ya que una mala elección es sinónimo de lesión. En el caso de los principiantes deben ser muy flexibles. Es importante que el peso del esquiador se sitúe en la mitad del abanico de pesos que ofrezca la fijación, de este modo sus resortes actuarán a pleno rendimiento.

Lo esquiadores expertos deberán utilizar fijaciones más duras, que soporten altas velocidades sin que salten ante cualquier movimiento brusco. Esto tiene el riesgo de que a bajas velocidades, y ante un descuido, la fijación no saltará y puede provocar lesiones de rodilla.

Los bastones

La elección de los bastones es el proceso más sencillo de todos. Basta con darle la vuelta y empuñarlos con la mano por encima de la arandela. El ángulo del brazo con el antebrazo debe ser ligeramente inferior a 90°.

La ropa

ropa esquíComo en todos los deportes, la elección de la ropa resulta especialmente crítica y en el caso del esquí debemos tener en cuenta que, además de protegernos del frío y las nevadas, debe permitirnos realizar los movimientos necesarios de la práctica del deporte.

Lo idóneo es vestirse con tres capas de ropa. La primera de ellas debe mantener la temperatura corporal y ser transpirable para que el sudor no se quede debajo de nuestra ropa empapándonos la piel. No es aconsejable utilizar ropa de algodón como primera capa ya que se empapa generando sensación de frío. La segunda capa debe aportar calor y permitir la expulsión de la humedad. Un forro polar sería mejor opción frente al clásico jersey ya que es más ligero y protege mejor del frío. La tercera capa debe protegernos frente al viento y la humedad propia de las nevadas, lluvias o nieblas que son las causantes de la sensación térmica. Por ello es imprescindible que sea impermeable y cortavientos. Los chaquetones de esquiar que utilizaremos en esta tercera capa, deben asegurarnos un mínimo de transpirabilidad para expulsar la humedad interior, además de su impermeabilidad.

Complementos imprescindibles

Los calcetines deben ser largos, por encima de la caña de la bota, y ni muy finos ni muy gruesos. Procurad que no sean de lana ya que harán sudar el pie. Es recomendable llevar un par de repuesto para usarlos al final de la jornada.

Y como el calor que emite el cuerpo, se pierde más rápido por las extremidades, los guantes son imprescindibles. Deben ser impermeables y gruesos (olvídate de la lana) y permitir la suficiente movilidad. Una opción más calentita pero que reduce la movilidad son las manoplas, ya que el contacto entre los dedos mantiene mejor el calor.

Finalmente os voy a hablar de las gafas ya que su uso es absolutamente imprescindible (si te las has olvidado es mejor que no esquíes). Ten en cuenta que en un entorno nevado la radiación se multiplica. Asegúrate de que estén homologadas.

L.F.