Hace ya muchos, muchos años que Benidorm, en Alicante, está reconocido como el destino veraniego familiar por excelencia. Sus playas de Levante, de Poniente y La Cala –estas dos últimas más tranquilas- reúnen todo lo necesario para que peques y mayores disfruten de aguas y arena de calidad y de ocio. A pesar de las medidas de seguridad que debemos respetar -ponte la mascarilla-, en esta ocasión con sol y buen tiempo asegurado, os proponemos un recorrido (o estancia) cercano, pero diferente: de Benidorm a Altea.
Ruta alicantina
Si salís de Benidorm por la tarde, una parada que encantará a los niños es cenar en el Castillo Conde de Alfaz, con todo tipo de atrezzo medieval y a poco menos de cinco kilómetros de la localidad benidormí. El castillo lleva en pie varias décadas, pero sigue siendo una atracción asegurada. El espectáculo que allí se representa cuenta la historia de la proclamación como rey de Juan Sin Tierra. Los caballeros de la Corte de Nottingham piden al rey que firme una Carta de Libertades. Entre ellos se encuentra sir Robert de Locksley, que, ante el rechazo del monarca a su propuesta, se convertirá –desposeído de sus títulos- en Robin Hood. Desde allí se desplazará, con sus amigos, al Bosque de Sherwood. Todos los espectadores disfrutarán de las aventuras del forajido mientras cenan.
Al castillo se puede acceder desde las 20:00, aunque el espectáculo y la cena empiezan a las 21:00 (con una duración total de hora y media, sin intermedio). El menú está basado en las comidas medievales: pollo asado, sopa de verduras, costillas de cerdo, patatas asadas, sangría y cerveza (para los mayores) y refrescos (para los peques), además de un surtido de snacks y helados de postre. Por cada dos adultos (precio por persona cena+espectáculo: 49,95 euros y precio por niño. 29,95 euros), un niño no paga. Los menores de 3 años tienen acceso gratuito.
El castillo está en el Camino Viejo de Altea s/n, cerca de la playa de L’Albir, otro destino recomendable de aguas con bandera azul y un maravilloso paseo a orillas del mar. Si bien hay que advertir que la playa no es de arena sino de piedras, por lo que se hace aconsejable acudir con calzado de agua apropiado. Se encuentra entre el peñón de Ifach y la Sierra Gelada, no está masificada y los restaurantes y locales culinarios del paseo cumplen más que bien su propósito. Pertenece a nuestro siguiente destino: Alfaz del Pi.
Pero antes de llegar allí (o desde Alfaz del Pi), a solo unos minutos de la playa de L’Albir, podéis planear una estupenda excursión en el Parque Natural de Serra Gelada camino del reconstruido Faro Durante (más o menos una hora de trayecto a pie, pero también se puede ir en bici). Hay bancos y varios miradores y el recorrido, espectacular, merece la pena (madrugando un poquito, eso sí, y bien calzados). Desde el faro os podéis acercar a visitar la cueva de Boca Balena y sus restos fenicios.
A seis kilómetros y medio de Alfaz del Pi se encuentra la bellísima Altea, con su espectacular casco antiguo, su mirador, sus coquetas tiendas, la plaza y multitud de locales de restauración entre los que abundan los italianos o pizzerías de calidad para regocijo de los peques.
Muy cerca de la bella Altea está una localidad con mucho encanto, Castell de Guadalest, un pueblo pequeño, pero uno de los más bonitos de la Costa Blanca. Los peques tienen que disfrutar de la naturaleza, pero también conocer una arquitectura con mucha historia. La torre del castillo de esta localidad es de la época musulmana. El paisaje arbolado y rodeado de montañas también es algo a destacar. Desde 2015 forma parte de Los Pueblos más Bonitos de España y desde 2016 entra en la Federación de los Pueblos más bonitos del mundo.
Y un buen lugar en Valencia
La Comunidad de Valencia cuenta con muchas playas y zonas para el descanso y el ocio familiar. Hemos apostado por la playa del Saler, a menos de 10 kilómetros de la capital. Es un paraje en estado natural, cercano a La Abufera de Valencia, de finísima arena y rodeada de dunas. Esta playa con tanto encanto tiene unos 2.600 metros de longitud y es un destino perfecto para ir con niños. Además, tiene un plus; al lado está el Parque Natural de La Abufera, muy interesante y en el que los peques estarán encantados de recorrerlo en barco.
Hay muchas opciones para que el día playero sea fantástico. Si os lleváis la comida podéis disfrutarla en cualquier parada en las muchas rutas de senderismo que parten de ahí. Por ejemplo, a orillas de la Gola del Pujol Nou; en cualquier pinada se puede degustar un buen picnic. Pero si decidís daros un homenaje, en la misma playa del Saler haya varios restaurantes. Destacamos dos –solo hay que dar unos pasos para acercarse a ellos- que son el restaurante Robert (C/ Anguilera, 7) y el restaurante Vicent (Avenida Pinares, 16), ambos cuentan con cartas de excelente cocina mediterránea. También en Valencia, os recomendamos tres restaurantes para ir con niños a tener muy en cuenta.
Y, como estáis cerquita de la ciudad, por la tarde podéis visitar con los pequeños el Oceanográfic de Valencia, en la Ciutat de les Arts i de les Ciencies (Carre d’Eduardo Primo Yúfera), cuyo horario, de lunes a domingo es de 10:00 a 20:00.
También, aquí os dejamos un enlace a otras propuestas de ocio con niños cercanas a la ciudad de Valencia.
