Una estupenda escapada entre fiestas

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valdemorillo Cueva Museo de Cerámica y Vidrio

Vuestros peques están de vacaciones con la ilusión dibujada en la cara. Seguramente, muchos de vosotros también os habéis tomado unos días de descanso (o de ajetreo, según se mire) aprovechando los días libres de los niños. Vivir con ellos las fiestas de Navidad es algo muy especial: espectáculos infantiles, atracciones, noches de nervios y en vela (a la espera de Papá Noel y los Magos de Oriente)… Tomad aire y aprovechad, si vivís cerca de Madrid o estáis pasando unos días en la capital, para visitar la localidad cercana de Valdemorillo entre fiestas; es decir, los días que van de Navidad a Nochevieja o los que van de inicio de año al Día de Reyes. Pasear y respirar aire puro, comer bien, visitar un curioso belén y participar en la fiesta es algo especial.

Paseos por la naturaleza, arte y buen rollo

Esta localidad de la zona Oeste de la Comunidad de Madrid inicia las fiestas navideñas con un curioso acto solidario. En el Ayuntamiento se recogen juguetes nuevos o buen estado para que ningún peque se quede sin ellos. La iniciativa parte de decenas de moteros –visitantes habituales de Valdemorillo- y de Mechanics Custom Club y se conoce como Rodada Invernal. Así ponen motor a la solidaridad. Pero si no llegáis a este acto, hay muchos que celebrar en este pueblo a 42 kilómetros de la capital y solo a 13 kilómetros de El Escorial.

El día puede será redondo si empezáis paseando por el Embalse de Cerro Alarcón, en la urbanización del mismo nombre y que, aunque está destinado a deportes acuáticos, es de una belleza relajante para visitarlo. También cerca está el Embalse de Valmayor –compartido con otras localidades-. En el pueblo os llamarán la atención las cuidadas casas de piedra y la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (del siglo VIII, pero remodelada en el siglo XVI) de estilo herreriano.

También, si la visitais durante el fin de semana, su Cueva Museo de Cerámica y Vidrio con visita guiada gratuita por las mañanas.

Un belén ‘escondido’ en un restaurante

Pero si de algo puede presumir Valdemorillo es de su gastronomía, en especial de sus carnes. A veces sus restaurantes esconden sorpresas. Al llegar a la puerta de Frontón, en la calle de La Paz, 57, os encontraréis estos días con una pizarra junto a la puerta en la que se lee: “Visite nuestro belén”. Nada hace presagiar que, al atravesar el umbral y parte del restaurante, en una terraza acondicionada y tras una cristalera, se encuentra un belén maravilloso. Ocupa 24 metros cuadros, con una perspectiva increíble y no le falta detalle. Los puestos de los comerciantes son tan reales que, incluso, siendo diminutos, llaman la atención. José Luis, el propietario del restaurante, es el promotor de esta idea, que le entusiasma. Lleva diez años montando este increíble belén en el que no sabe bien cuántos cientos de figuras se exponen. “Es que tengo muchas más en casa y cada año voy cambiando”, nos cuenta, pendiente de la caña de un pescador que se ha parado. Porque el belén tiene movimiento; se ven además interiores de hornos, serrerías, vaquerías… todo animado. El agua es ‘de verdad’ y sobre el río hay niebla. La labor de montarlo le lleva dos meses.

José Luis nos dice que muchas veces reta a sus clientes más pequeños a que busquen una figura o un objeto. La tarea no es fácil, lo aseguramos. Luego, podéis probar los ricos productos de la carta de Frontón o quizás optar por un picoteo. Sus especialidades son las hamburguesas y los perritos calientes, para los peques. A los adultos os recomendamos los callos con garbanzos.