Helados tradicionales y de frutas
Entre nuestras recetas no podían faltar los clásicos helados de vainilla y los de ingredientes de frutas. Os dejamos tres helados caseros, que cuando los probéis, os resultará difícil olvidar estas recetas para combatir el calor del verano.
Helado de vainilla bajo en azúcar
Pensando en aquellos que debéis abusar del azúcar, os invitamos a hacer este rico helado de vainilla. Los ingredientes: 2 yogures 0,0% previamente congelados, esencia de vainilla y unas gotas de sirope de ágave.
Para aquellos que no habías oído hablar de este último ingrediente, comentaros que el sirope de agave también conocido como néctar de agave o miel de agave es el jugo vegetal dulce que se extrae de las hojas o pencas del agave, planta de aspecto parecido a una yuca o cactus. Su textura es parecida a la miel y de potente poder endulzante y de bajo índice glucémico.
La forma de hacerlo es el momento de servirlo. Metemos el yogur, la esencia de vainilla y el sirope de agave en el robot de cocina y lo trituramos todo bien hasta conseguir una textura cremosa. Si no tenemos robot, podéis utilizar una batidora convencional cortando en trozos pequeños el yogur para no romper las cuchillas. Le daremos un toque final decorandolo con trocitos de chocolate blanco sin azúcar.
Helado ligero de kiwi y plátano
Esta receta de helado ligero de kiwi y plátano es un saludable helado de frutas frescas muy ligero y bajo en grasas y calorías. Vamos a utilizar unos kiwis y un plátano en su punto de madurez y un queso fresco batido natural 0% materia grasa. Apenas añadiremos azúcar, al gusto, porque las frutas maduras ya le aportan bastante dulzor, con lo que conseguiremos un helado casero perfecto, en menos de 10 minutos de trabajo.P
Manos a la obra. En el vaso de la batidora ponemos la fruta ya pelada en trozos y añadimos el queso fresco y un poco de azúcar. Trituramos hasta obtener una crema densa y homogénea. Probamos, y corregimos si es necesario añadiendo un poco más de azúcar.
Ahora solo nos queda verter la mezcla en un molde en un recipiente hermético, y metemos el helado al congelador. Como vamos a preparar el helado sin heladera, para conseguir un helado cremoso tendremos que estar pendientes durante la primera hora y sacar el helado del congelador cada diez minutos y batirlo, como si fuera una tortilla, con un tenedor o varilla, para introducirle aire y que no cristalice. Después, lo dejaremos en el congelador otras dos horas más para que endurezca. Un toque especial sería colocar un hilito de chocolate o caramelo líquido por encima. ¡Delicioso!
Helado de limón fácil y delicioso
Y en esta última receta de helados caseros, os presentamos un delicioso helado de limón, de fácil elaboración, seguro el más refrescante para combatir los calores del verano. Para elaborarlo, solo necesitaremos tres ingredientes: 1 limón, 200 gramos de leche condensada, 300 mililitros de nata para montar.
Lo primero, rayamos la piel del limón -solo la parte «amarilla» evitar el interior blanco porque os lo amarga- y después lo exprimimos y apartamos. En un bol, vertemos la nata muy fría y montamos con una varilla -si tenéis una eléctrica mejor, evitaremos cansar nuestro brazo- hasta conseguirlo (no es necesario que esté totalmente montada). A parte, habremos mezclado la leche condensada fría y las rayaduras y zumo del limón cuyo resultado será una masa cremosa. Juntamos ambas mezclas, poco a poco, incorporando está última a la nata ya montada, removiendo suavemente en círculos para que esta no se baje. Último paso, verter en un reciente -si es metálico mejor, pero vale cualquiera-que cubriremos con papel film y meteremos en el congelador de nuestra nevera. Esperamos un mínimo de ocho horas, y ya estará listo para degustar en familia.
Como no, otro truqui, dicen que las cosas entran por los ojos, si usamos unos polvitos de colorante alimentario (el que muchas veces usáis al cocinar un arroz) durante el proceso de mezcla, le dará un tono más amarillo al helado.
¡Y a disfrutar de vuestros helados caseros este verano!
