Las vistas más espectaculares de España para ir en familia

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Nuestras costas, zonas del interior de la península y archipiélagos están repletos de maravillas de la naturaleza, que cada uno pensamos que están destinadas solo para nuestros ojos. La proximidad de los ‘puentes’ de noviembre y diciembre y, con tiempo de sobra, pero cargado de ilusión, también la mini vacaciones de Semana Santa (del jueves 9 de abril al domingo 12, o al día 13, según la comunidad autónoma) nos insta a proponeros más planes. En esta ocasión son destinos con las vistas más bellas y reconocidos internacionalmente. No tienen precio. Son actividades gratuitas para disfrutar en familia (solo tenéis que pagar el combustible).

El banco más bonito del mundo. Ortigueira (A Coruña)

El banco más bonito del mundo, Loiba

Es solo un banco de madera, pero está situado en un lugar privilegiado, en la costa de Loiba, perteneciente al municipio coruñés de Ortigueira, y entre los cabos de Estaca de Bares y Ortegal. Desde él, el mar no parece tener fin. Fue el excelente trabajo del fotógrafo nocturno Dani Caxete, nacido en Viveiro y afincado en Madrid, quien se lo descubrió al mundo. Desde entonces –especialmente en verano- hay que hacer cola para sentarse en él, absorber el paisaje o hacerse una foto.

Caxete tomó la instantánea una noche del verano de 2014, a las 3:00. Su fotografía recibió una mención especial en el Proyecto TWAN, que reconoce y premia las mejores imágenes de cielos nocturnos de todo el mundo. A partir de entonces, es conocido popularmente como El banco más bonito del mundo, aunque los paisanos se refieren a él como el Banco de Loiba. Se puede acceder al lugar desde Ortigueira a través de una ruta de senderismo: Rutas das algas.

También en Ortigueira podéis disfrutar de otra belleza natural. Si sois una familia andarina y no os cuesta remontar alguna que otra cuestecita, a 30 minutos del pueblo está el Mirador de Peña Furada, que en realidad es una bellísima roca erosionada en medio del mar. De regreso, daos una vuelta por el Puerto y disfrutad de sus bonitas casas con galerías y también del buen ambiente.

Mirador National Geographic. Montefrío (Granada)

En realidad, en este bello y escarpado pueblo, al noroeste de la provincia andaluza y a poco más de 50 kilómetros de la capital granadina, presumen de ser ‘dueños’ de los mejores miradores naturales. Y tienen razón, ya que en 2015 la revista National Geographic lo eligió como uno de los 10 pueblos con las vistas más bonitas del mundo. Uno de sus miradores se ha bautizado con el nombre de la prestigiosa publicación, pero desde cualquier punto de este municipio, con un más que destacable conjunto monumental, y como a vista de pájaro, se aprecian valles, sierras y parajes de gran belleza.

Montefrío fue declarado en 1982 Conjunto Histórico Artístico Nacional. La Iglesia de la Villa, la fortaleza árabe, el Convento de San Antonio, la Casa de los Oficios, la Peña de los Gitanos (entre Montefrío e Illora)… Hay mucho que ver, pero si emplazáis la visita (o la repetís) para cuando haga buen tiempo, hay una actividad en familia de la que disfrutaréis todos, en particular los niños: el Sendero del arroyo de los Molinos. Las pozas para daros un chapuzón y sus bonitas cascadas os esperan en esta ruta.

Una bella cascada que divide un pueblo. Orbaneja del Castillo (Burgos)

Quien ha visitado este pueblo ha regresado a su lugar de residencia encantado. Es un municipio muy pequeño, situado en el límite de las comunidades autónomas de Castilla y León y Cantabria. Sus empinadas calles flanqueadas por casas con balcones de madera ya merecen la visita. Pero la sorpresa es la gran cascada que divide en dos este pueblo con mucho encanto. El agua –cuyo caudal se mantiene, con más o menos fuerza, todo el año- parece brotar con fuerza de un agujero de la montaña, desde 25 metros de altura, para terminar en creando tranquilas y cristalinas pozas o apresurarse al río Ebro. Pues no; el gran chorro de agua sale de la llamada Cueva del Agua, que se puede visitar. También, algo más arriba, en la Cueva del Azar, encontraréis restos del arte rupestre, huellas del neolítico.

La localidad fue declarada Conjunto Histórico en 1993. En ella quedan vestigios del castillo medieval y de su muralla y las vistas son impresionantes; desde la Ventana Cerrada, una especie de arco, se pueden ver las caprichosas formas que la erosión del agua ha dejado en las paredes de Los Camellos, pequeños montes frente a Orbaneja.

Restaurantes dónde comer con niños

El pueblo cuenta con menos de 60 habitantes censados, pero debido al turismo que atrae por su belleza cuenta con seis restaurantes (y varios más en localidades cercanas). Si decidís comer en uno de ellos, os recomendamos dos en Orbaneja. El Mesón Casa Estela (Calle de la Cuesta, 8) está abierto de martes a domingo, de 13:00 a 22:00. La calidad de la materia prima y el precio son muy recomendables. Por otro lado, la carta es extensa y los niños disfrutarán de exquisitos postres y, por ejemplo, de las hamburguesitas con salsa de higo.

La Taberna El Risco (Calle El Caño, s/n) es otra excelente opción. Está construida sobre un edificio del siglo XVIII y muy bien valorada gastronómicamente. La carta está repleta de estupendas referencias de la tierra: morcilla de Burgos con pimientos, chuletillas de cordero lechal, queso de oveja de Sasamón, chorizo frito de Villarcayo, alubias pintas con tropezones y muchos más guisos ‘de siempre’. Los postres (tarta de queso, cuajada de chocolate…) son caseros y excelentes. Abre todos los días –excepto los jueves-, de 9:00 a 23:00.