La dichosa pandemia nos ha hecho a todos recapacitar y cambiar muchas de nuestras costumbres. El veraneo no podía ser menos y con las limitaciones que habrá en los destinos de playa, mucha gente está preparando unas vacaciones diferentes, en lugares menos abarrotados y donde predomine la naturaleza. Para estos, la provincia de León puede ser una magnífica opción.
León, una de las provincias más extensas de España, cuenta con un variado abanico de productos turísticos gracias a su diversidad y variedad geográfica y cultural.
Desde escenarios naturales caprichosos dibujados por sus ríos, la majestuosidad de los Picos de Europa o la tranquilidad del Valle de Babia o del Silencio.
Tiene siete reservas de la Biosfera
Tal y como reconocen desde el Consorcio Provincial de turismo, León es «turismo de naturaleza -no debemos olvidar que la Provincia alberga hasta siete Reservas de la Biosfera, la mayor concentración del mundo-. Parajes de chopos, álamos, encinas y enebros; muchos de ellos formando postal con lagos que algún día fueron glaciares. Y en mitad de este esplendor, el mejor turismo activo para el viajero más intrépido. Saborear la libertad más absoluta y disfrutar de auténticos paraísos realizando espeleobarranquismo en la Cueva de Valporquero, ruteando por Picos de Europa o bañándose en piscina naturales».
También es muy destacado su turismo rural. Pueblos de barro y calles empedradas con miradores y balconadas. También pueblos de reyes y nobles que han escrito su paso en monasterios y castillos. Incuestionable es el patrimonio de la provincia, tierra de gentes que han forjado una historia de siglos. Ríos, valles y bosques esconden un patrimonio adornado con leyendas y conquistas que diseñan un turismo etnográfico sin igual.
Castillos y palacios, Catedrales, iglesias, monasterios o yacimientos son solo algunos de los tesoros arquitectónicos que retratan las huellas del pasado más remoto, entremezclado, en ocasiones, con pinceladas del presente más moderno. Desde León se puede empezar el Camino de Santiago.
