Los parques más bellos y escondidos de Madrid

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bonitos jardines lugar desconocido

Muchas veces hemos hecho referencia a los maravillosos grandes parques de nuestro país, lugares que visten, con la llegada de la primavera, sus mejores galas. Pero también, en Madrid, hay espacios verdes más pequeños o menos conocidos que son núcleos de naturaleza urbana. Quizás algunos ya los conocéis, pero es el mejor momento para repasar cuáles son, dónde están y aprovecharlos y disfrutarlos. ¡Y para descubrir unos bonitos jardines!

Jardines del Príncipe de Anglona, un vergel en el centro

Estos bonitos jardines nobiliarios del siglo XVIII –exactamente de 1760- que se mantienen en perfecto estado, ya que han sido rehabilitados en dos ocasiones, en 1920 y en 2002 –cuando se abrieron las visitas públicas-, respetando el original, son grandes desconocidos hasta para los habitantes de la capital. Se trata de un parque elevado sobre planicie, con una bonita fuente y bancos para apreciar el bello palacio adyacente del que recibe el nombre, que ocuparon hace siglos los descendientes de Álvaro de Benavides y, años después, Pedro de Alcántara Téllez-Girón, príncipe de Anglona.

No es muy ‘visible’ porque está parapetado por tapias, pero –ubicado en la parte baja de la Plaza de la Paja- cuenta con un mirador con vistas a la calle Segovia, cenador de estructura de hierro y pérgolas y su extensión es de unos 500 metros cuadrados. Es un lugar tranquilo en el centro de Madrid, bonito y reconfortante. Está en la Plaza de la Paja, 6 (barrio La Latina), frente a la Capilla del Obispo. Horario: de lunes a domingo, de 10:00 a 22:00.

Quinta Duque del Arco, un jardín en el monte de El Pardo

Este precioso, poco conocido –hasta por los propios madrileños- y gran espacio natural (de unas 500 hectáreas) es también conocido como Quinta de El Pardo, ya que se encuentra en el monte del mismo nombre. Fue comprado por Alonso Manrique de Lara y Silva, duque del Arco, amigo de Felipe V. El palacio –de influencia francesa- se construyó a imagen y semejanza del de La Zarzuela en una finca con viñedos, jardines y gran cantidad de frutales en el año 1717. Desde 1994 pertenece al Patrimonio Nacional.

A los edificios de este lugar no se puede acceder (se alquilan para celebraciones y eventos privados) y en los espacios laborales de aquella época hoy hay un centro educativo para alumnos con necesidades especiales, que sí se pueden visitar en jornadas de puertas abiertas. Pero los bonitos jardines barrocos, con fuentes y un pequeño estanque, están abiertos a todo tipo de visitas. Se accede a ellos por la Puerta de Madrid. En la parte alta de la quinta se puede disfrutar de la belleza del lugar y del monte en el que está enclavada, desde una especie de mirador. El horario de invierno es de 10:00 a 18:00 y el de verano, de 10:00 a 20:00. El acceso es gratuito. Otro interesantísimo lugar a descubrir. Desde la capital se puede llegar por la M-605 y por la M-612.

Invernadero del Palacio de Cristal de Arganzuela y sus miles de plantas

Este bello jardín botánico se encuentra en el distrito madrileño de Arganzuela y se construyó a imagen y semejanza de los invernaderos de ciudades europeas, como Londres, en el siglo XIX –entre 1908 y 1928-, por el arquitecto Luis Bellido y González. Su extensión es de 7.100 metros cuadrados y ocupa el lugar –desde 1992- del antiguo Matadero Municipal.

Hoy es un espectacular lugar cubierto de cristaleras, pero que cuenta también con paseos y estanques y acoge más de 9.000 especies de plantas. Está dividido en cuatro zonas: flora tropical, flora subtropical, plantas cactáceas (cáctus) y plantas de crucero. En los estanques del Palacio de Cristal de Arganzuela también podréis ver muchos peces. Podéis consultar las visitas guiadas en la web esmadrid.com. Es un magnífico plan para acudir los fines de semana con los peques, que se sorprenderán con el tamaño de algunas especies (además, el acceso es gratuito para todos los públicos). Pero actualmente, a causa de la pandemia, solo se abre al público el Centro de Interpretación los sábados y los domingos (de 10:00 a 14:00). El acceso es gratuito y se encuentra en el Paseo de la Chopera, 10.

En estos momentos no hay nada mejor que un placentero paseo para disfrutar de la naturaleza, aunque sea dentro (o muy cerca) de la propia ciudad.