Madrid, barrio a barrio, con niños (I): Retiro

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Videomapping navideño en el Palacio de Cibeles

Lo que fue hasta 2007 el Centro de Operaciones de Correos y Telégrafos y desde entonces sede del Ayuntamiento de Madrid es también lugar de encuentros y eventos culturales. En esta Navidad, como ha ocurrido en anteriores años, envía desde su fachada felicitaciones muy especiales en tres dimensiones durante todas las fiestas. Tienen una peculiaridad, ya que en ellas pueden participar todos los ciudadanos que quieran hacerlo; se trata de una experiencia online (con decoración navideña) e interactiva online, un videomapping.

Por primera vez, en la fachada de la sede del Consistorio se irán sucediendo escenas de chistmas: abetos, rutas de trineos, paisajes nevados… y todos con retransmisión en streaming, porque todos tendréis la posibilidad de interactuar en la proyección, con sueños y deseos, aportando ideas decorativas en directo mediante una web-app. Un buen ejemplo es que los peques manden su carta a los Reyes Magos a través de esta web-app y que puedan verla reflejada, con su nombre, en la última proyección de la gran fachada. Las carta llegarán seguro; por algo el edificio fue la antigua sede de Correos. Os adelantaremos la manera de hacerlo, ya que es la última de las escenas que aparecerá en la fachada del edificio (del 1 al 5 de enero), en el que también se recogerán presencialmente las misivas a los Magos a partir del día 1 del año por inaugurar.

Otro bellísimo jardín con actividades: el Botánico

El Real Jardín Botánico –declarado Jardín Artístico en 1942- también se encuentra en este distrito, en la Plaza de Murillo, 2. Durante todo el año ofrece visitas guiadas para contemplar y conocer la gran variedad de especies que acoge, 5.000 de ellas de plantas vivas. Como quiso Carlos III, su emplazamiento está junto al actual Museo de Prado, que a finales del siglo XVIII fue sede del Museo de Ciencias Naturales. Programa diversas actividades, como la que ya os hemos reseñado, Naturaleza encendida, todo un sueño que durará hasta el próximo 10 de enero. En su web (rjb.csic.es) podréis consultar otros eventos próximos del bellísimo lugar.

real jardín botánico

Además de las exposiciones del Museo del Prado, de la zona comercial y de terrazas y locales gastronómicos de la calle Ibiza, de la personalidad de los Jerónimos…, hay también lugares muy dulces en todo el barrio. Poned atención al siguiente.

La Mejor tarta de chocolate del mundo

No lo decimos nosotros, está así valorada y es el nombre del local en el que se expende en el número 89 de la calle Alcalá, frente al Parque de El Retiro. El portugués Carlos Braz Lopez decidió, hace ya varios años, abandonar su trabajo como administrador de empresas en Londres y trasladarse a su Portugal natal para abrir un restaurante en el Mercado de Santa Clara de Lisboa con comida tradicional de su país. Fue en 1987. El local de restauración fue un logro, pero lo que triunfó fue el postre, su alabado Bolo de chocolate. Tuvo tal aceptación que en 2002 fundó una confitería dedicada solo a O Melhor Bolo de chocolate do mondo.

El secreto del triunfo, aparte de la excelente y cuidadosa elaboración, fueron los ingredientes: chocolate francés de calidad (Valrhona), mantequilla, margarina, cacao en polvo, huevo y azúcar (sin harina ni fermento) y también el montaje de la tarta en capas de mousse y suspiro, una delicia. Hay dos versiones: una con 70% de cacao y otra con 53% de cacao. Se vende en porciones o se puede comprar la tarta entera (en dos tamaños, para 8 o para 14 porciones). El local madrileño lo abrió, en 2008, Isabel Ruiz-Morales, asociada con Iria Romero, tras una propuesta al maestro Lopes. Desde entonces, La Mejor tarta de chocolate del mundo ha sido todo un éxito en Madrid, como en otros países en los que Lopes decidió abrir locales.

La tarta se puede recoger en tienda o se puede encargar a domicilio (24 horas antes de la entrega) llamando al teléfono 91 577 50 08. Los envíos a domicilio se realizan de lunes a viernes con entrega de 10:00 a 15:00. ¡Ah, la tarta aguanta hasta cuatro días refrigerada! Un final delicioso (para volver), ¿no?