Madrid, pueblo a pueblo, con niños (XII): Montejo de la Sierra

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rutas junto a la familia en Hayedo de Montejo Madrid

Al norte de Madrid, a 99 kilómetros de la capital, en plena Sierra del Rincón –también conocida como Sierra Norte de Madrid- y lindando con la provincia de Guadalajara, se encuentra uno de los pueblos con más atractivos de la Comunidad. Tiene pocos habitantes, pero mucha oferta turística; especialmente por su famoso Hayedo de Montejo, Sitio Natural de Interés Protegido desde 1974 y Patrimonio Natural de la Humanidad desde 2017, año en que la UNESCO, debido a su riqueza natural, así lo declaró. Se trata de una antigua dehesa de hayas, rebollos, robles… de gran belleza y es un lugar protegido. Para sus visitas –restringidas- se precisa de acreditación online, que más abajo os indicamos.

Pero, además del hayedo, primer espacio natural de la Comunidad que recibe tan alta distinción por parte de la UNESCO, Montejo de la Sierra cuenta con muchas propuestas para disfrutar de él: su alabada y abundante gastronomía y sus peculiares tradiciones y fiestas, que casi siempre se celebran con motivos religiosos alrededor de una mesa o de un mantel campestre.

Su historia en torno a la vida serrana

Cuentan que fue en el siglo XII cuando estas tierras empezaron a repoblarse con la llegada de pastores de Buitrago y otros municipios vecinos, como Robregordo. En 1460 la localidad y el Monte de El Chaparral fueron adquiridos por la familia de los Mendoza –que se los compró a un noble de Sepúlveda- y pasaron así a pertenecer al señorío de Buitrago, desde el siglo XV al XIX. A partir de entonces, la agricultura, los molinos harineros, dos minas de plata y la producción de carbón y la incipiente industria de telares dieron a la población, denominada en esos momentos como Montejo del Rincón por su ubicación, un nivel económico más alto. En 1490 obtuvo la categoría de villazgo, pero con la peste bubónica declarada en el último año del siglo XVI y la muerte de muchos habitantes la población se vio diezmada.

No fue hasta 1833 cuando se incorporó –con la desaparición del régimen señorial- a la provincia de Madrid como Montejo de la Sierra (hasta ese año pertenecía a Guadalajara); entonces recuperó su actividad.

…y sus bellas ermitas y tradiciones

La iglesia parroquial de San Pedro, del siglo XVI, en la Plaza Mayor del municipio, es una de sus insignias. En el edificio, de estilo renacentista, destaca la capilla mayor y su techo con artesonado mudéjar. La iglesia se restauró entre 2008 y 2011 y bajó ella se encontró una necrópolis. Pero si hay un lugar que no puede dejar de visitarse es la Ermita de Nuestra Señora de Nazaret, en la parte más elevada del pueblo y desde la que se divisa todo el valle.

La ermita actual es del siglo XVI, pero ha pasado por distintas rehabilitaciones -la última de ellas en 1979-. Se trata de una ermita de una planta rectangular y con techo a dos aguas. En su interior hay una reproducción fotográfica de Nuestra Señora de Nazaret, ya que la talla auténtica se encuentra en la iglesia de San Pedro. Desde allí, el último sábado del mes de mayo, es traslada a hombros, y con volteo de campanas, hasta la ermita; es el día de su romería, una fiesta muy popular. Los habitantes se visten con trajes típicos, hacen paradas en el camino para comer, beber y bailar jotas con la música de los guitarreros que escoltan la imagen.

En realidad, todo el mes de mayo es una fiesta, porque se ha recuperado una antigua tradición llamada ‘los mayos’, que se inicia el primer día del mes con la plantación de un árbol grande –de alguno de los bosques cercanos- en la Plaza Mayor. Mediante un sorteo los jóvenes y las jóvenes del pueblo se emparejan al azar; ellas eligen a la Mayordoma y a la Menordoma, y ellos buscan ramas de retama. A partir de ahí todo es una fiesta en torno al Día del Cordero, comidas campestres junto al arroyo ¡y hasta inmersiones de ‘castigo’ en el pilón!

La otra ermita de Montejo de la Sierra es la de la Soledad, también del siglo XVI, de piedra y con columnas de madera bajo el dintel de entrada y de menor tamaño. Está en el centro del pueblo y desde una ventana, el único hueco abierto, se puede ver la imagen de una virgen con Cristo fallecido en sus brazos.

El Hayedo, la joya del municipio

Hayedo de Montejo Madrid

Aunque cuentan las leyendas que en este espectacular hayedo, el más reconocido y solicitado del país, estuvo habitado por hadas, el cuento sobra. Su belleza es mágica si se visita en otoño, cuando se tiñe de distintos matices de tono ocre, aunque en cualquier época del año es buena para admirar este bello bosque que data de 1460. Sus reconocimientos oficiales, nacionales e internacionales, conllevan la protección de sus 250 hectáreas. Por ese importante motivo, las visitas están restringidas y se precisa de una entrada que solo se consigue a través de la web sierradelrincon.org. Su recorrido está tan solicitado que os recomendamos hacer la reserva con bastante antelación.

Si después de visitar su afamado hayedo, aún os quedan ganas de disfrutar al aire libre, las instalaciones municipales deportivas y de ocio de Montejo de la Sierra están muy bien. Dispone de varias instalaciones municipales para la práctica del deporte o el ocio. Deberás reservarlas para poder hacer uso de ellas. Cuenta con frontón, pista de pádel, pistas multideporte, de vóley playa y, por supuesto, piscina. Para acceder a ellas hay que reservar plaza.

Su otro ‘galardón’: la gastronomía

Recorriendo las calles del pueblo os toparéis con la Fuente de los Tres Caños, la Fuente del Arriero (también conocida como El Pilón), el Horno Suspendido, El Potro de Herrar…, símbolos de la antigua vida serrana. Pero, llegada la hora de reconfortar el estómago, hay que destacar su amplia oferta gastronómica. Pueden presumir de sobra de sus judiones, de los asados y carnes a la brasa y también de los aperitivos: torreznos, migas, morcilla, jamón…

En el centro del pueblo (calle Turco, 13) Mesón El Hayedo os ofrece todo ello y más. Se trata de una construcción típica, de tres pisos, con dos comedores grandes. Abre de martes a domingo, de 9:00 a 22:00 (teléfono: 91 869 70 23). Su precio, a la carta, ronda los 20-30 euros.

A la hora de desayunar o merendar, el municipio cuenta con varias pastelerías y obradores. Un ejemplo: Pastelería La Abuela Pili (Calle Real, 11). Allí podréis tomar un buen café, degustar una estupenda bollería o comprar las rosquillas y las magdalenas para llevar a casa. También podréis tomar buenos bocadillos, y de buen pan, y otras bebidas. Abre de martes a sábado, de 7:00 a 21:00, y los domingos, de 7:00 a 16:00. Un dulce inicio o un dulce final en vuestra visita a Montejo de la Sierra.