No habrá libros de texto gratuitos para todos en la Comunidad de Madrid

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libros de texto colegio

Papá, ¿dónde están mis libros este año? Esta pregunta la podrán recibir muchos padres cuando empiece el cole en septiembre y, muy probablemente, no tendrán una respuesta clara que dar. Nos referimos a todas aquellas familias de la Comunidad de Madrid que se hayan acogido al programa de préstamo de libros de texto, denominado Accede, y que va dirigido a los estudiantes de centros públicos o concertados de enseñanza Primaria y ESO.

En esencia, este programa regulado por el Decreto Ley de 11 de diciembre de 2018, tiene como objetivo que los alumnos puedan recibir libros de texto gratis para el curso siguiente, siempre y cuando entreguen los libros del curso terminado en perfecto estado. Esto, en principio, puede suponer un ahorro para los padres, especialmente para aquellos que tengan varios hijos.

Pues lo que a priori parecía una estupenda idea, está empezando a complicarse hasta el punto de que va a ser difícil que los alumnos que se acojan a este sistema puedan tener sus preciados libros de texto cuando empiece el curso escolar. Y antes de explicaros por qué, solo remarcar que yo jamás me acogería a este programa. Entiendo que los libros son para ‘trabajarlos’, subrayarlos, marcarlos, poner notas en los márgenes. Creo que supone una carga -exclusivamente apta para un reducido grupo de niños muy ‘ordenados’ –pretender que mantengan durante todo un año sus libros impolutos.

La chapuza de los libros de texto del Programa Accede

colegio interno

«A día de hoy es prácticamente imposible que de tiempo a que todos los niños que se acojan al programa Accede tengan sus libros de texto cuando empiece el cursos escolar», nos dice un proveedor con muchos años de experiencia que se ha sumado al acuerdo Marco impulsado por la Comunidad de Madrid.

«Es más –continúa- como no cambien las cosas, es difícil establecer una fecha determinada».

¿Puede ser posible que ese alumno ‘ordenado’ que ha cumplido escrupulosamente con sus deberes de salvaguardar su libro inmaculado –y pagado por sus padres- lo entregue y no reciba nada a cambio? Lo más probable es que sí, y la culpa la tiene la mala ejecución del acuerdo Marco derivado del Decreto Ley anteriormente mencionado y firmado por el consejero de Educación e Investigación Rafael Van Grieken y el ex presidente de la Comunidad de Madrid Ángel Garrido.

El Acuerdo Marco que lo regula

Para desvelar este lío hay que analizar el Acuerdo Marco. Este consta de dos fases. La primera, que finalizaba el 25 de febrero de este año, establecía en un pliego las condiciones a los proveedores de libros, básicamente su solvencia económica y profesional, y su oferta de precios y descuentos. En la segunda fase, de mayo a junio, los colegios podrían pedir ofertas a los distribuidores de libros que hubieran superado el trámite, y elegir a su proveedor, siguiendo un baremo de puntos.

El problema viene de que en la primera fase optaron a esta licitación más de 200 editoriales o distribuidoras de libros, de las cuales un 30 por ciento no fueron aceptadas por no cumplir los requisitos. Las compañías desestimadas recurrieron la resolución y, recientemente, unas 20 han sido readmitidas. Esto significa que el proceso se ha dilatado -ya que tienen entregar información suplementaria o subsanar errores- lo que ha provocado que todavía no se haya comenzado a pedir ofertas a los proveedores. Por ello, a fecha de hoy, todavía no se ha formalizado este acuerdo marco que regula el programa de licitación con centros docentes y proveedores de libros.

La Comunidad pone un parche insuficiente

La Comunidad de Madrid conoce bien las consecuencias de este retraso y que la ley impide llegar acuerdos de contratación sin concurso. Por ello, lo único que ha permitido es que los colegios realicen compras mediante contrato menor (no puede superar los 15.000 euros). Evidentemente con esta suma no puede haber libros para todos. En una carta enviada a los colegios por la Consejería de Educación lo único que garantizan es que «la forma de adquisición del resto de los libros se determinará de acuerdo con la fecha en la que se formalice el acuerdo marco, siempre antes de principio de curso».

Pero los problemas no vienen solos

Como bien sabemos todos los padres, el curso escolar se acaba este viernes 21 de junio y la actividad, incluso administrativa, se reduce al mínimo. No digamos la Administración pública en agosto. Además, en estas fechas los padres tendrán que entregar los libros al colegio sin saber si les darán unos nuevos. Eso sí, muchos progenitores están enfadados porque las instrucciones del cuidado de los libros se dio demasiado tarde, a mediados de curso. Y hay que tener en cuenta que si un solo libro no está en las condiciones adecuadas no se podrá entrar en el programa.

acuerdo marco Accede

Siendo muy optimistas y si se cumplen las previsiones de entrada en vigencia del acuerdo marco a finales de julio, ¿dará tiempo para que los colegios pidan las tres ofertas mínimas obligatorias, a que los proveedores entreguen ofertas, a que se abra la subasta, a que se tome una decisión, a hacer los pedidos, a empaquetar los libros, etiquetarlos, clasificarlos y entregarlos?

¿Es todo esto un fiasco?

Sinceramente, me da la impresión que esto va a acabar en desastre total. Pensemos que, además, la Comunidad de Madrid se ha desentendido de tener una persona en cada colegio que coordine las devoluciones y entregas de libros y que delega esta función en los propios centros educativos o, en algunos casos, en los proveedores.

Lo cierto es que todo el mundo anda muy despistado. Los proveedores que, a punto de comenzar la campaña, no tienen nada claro si van o no a contratar con los colegios. Los padres, que no saben cuando les aceptarán sus libros y si tendrán que pagar una fianza suplementaria por los mismos. Y la Comunidad de Madrid, de la cual todavía no sabemos quien la gobernará.

Aun así, lo que más me preocupa es lo que pensará el alumno que cuidó con esmero sus libros y que tardará en recibir otros a cambio.