¿Son seguras las atracciones de los feriantes?

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Tengo que reconocer que cada vez que se montan los niños en una de las atracciones de feria ambulante algo se remueve en mi interior. Es cierto que los accidentes en estos terroríficos cachibaches no son muy habituales, pero ‘haberlos haylos’. Además, que padre o madre es capaz de negarle a que su hijo se suba a ‘La cárcel’, ‘El barco’ o ‘El canguro’, mientras lo hacen sus amigos. Para tener ese drama mejor no los llevamos a la feria.

Pues a pesar de lo que mi instinto siempre me ha dicho he claudicado y decidido no darle muchas vueltas. Hasta que el pasado viernes vi un reportaje en la cadena Cuatro que me puso los pelos como escarpias. En el mismo, un experto en seguridad de atracciones de feria, que atendía por el nombre de José Fariñas, destacaba en una feria cualquiera –creo recordar que en Málaga – todos los errores o peligros que podían ocurrir por una deficiente instalación por parte de los feriantes.

Me llamó mucho la atención como unos artilugios que daban loopings y giraban a toda velocidad se soportaban en viejas tablas de madera agrietada, o como no había medidas que impidiesen el paso a los niños en lugares donde había generadores eléctricos o similares. Pero incluso atracciones muy sencillas como son los hinchables tenían las piquetas puestas muy mal. Y todos hemos visto lo que puede ocurrir cuando un castillo hinchable sale volando.

Los permisos para las atracciones de feria se conceden muy rápidos

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Lo peor de todo es lo que apuntaba el experto independiente de la forma en la que se consiguen los permisos los feriantes, «se conceden de una forma muy rápida» y sin seguir la normativa de atracciones de feria que exigen una inspección independiente. Vamos, que con pagar los 150 o 200 € está el trámite realizado. Y como algún contertulio del programa recalcaba, no deben ser unas inspecciones muy exhaustivas ya que apenas están cuatro o cinco días en cada fiesta de pueblo o barrio.

No voy a cuestionar la profesionalidad de estos feriantes ambulantes. Entiendo que llevan décadas ganándose la vida con esta actividad y ellos lo último que quieren es tener cualquier tipo de incidente. Pero no estaría de más que tuvieran en un lugar bien visible el certificado, llamémosle coloquialmente la ‘ITV’ de las atracciones que tienen que pasar anualmente y por supuesto el permiso concedido por la inspección del ayuntamiento pertinente.

Recordemos que en última instancia los responsables de cualquier accidente o desgracia que ocurra siempre serán los que han dado el permiso de que la instalación era correcta.

Eso sí, me pregunto si todos pueblos y distritos municipales tienen expertos con la cualificación necesaria para certificar que las atracciones de feria cuenta con las garantías suficientes para que los niños se puedan montar sin peligro.