¿Son una amenaza los juguetes ruidosos para los niños?

¡Cuida de la salud auditiva de tus hijos!

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Es Navidad y, con ella, llega la época por excelencia de los regalos para los niños, los juguetes. Los hay de todos los tipos, desde los tradicionales como los bloques de construcción a los más modernos electrónicos, la mayoría llenos de música, ruidos o luces. Sin embargo, muchos de estos juguetes ruidosos pueden representar una amenaza para la salud auditiva de nuestros hijos dado que algunos de ellos tienen niveles de sonido muy altos que pueden ocasionar daños irreversibles en el sistema auditivo de los pequeños, según advierten los expertos. La exposición prolongada a ruidos intensos puede causar déficit de audición permanente en el oído a cualquiera de la familia, pero en mayor medida a los pequeños.

Existe un nivel seguro de sonido

El niño cuando juega con un juguete que produce ruido o música suele tener curiosidad por averiguar de dónde proviene ese ruido, y tiene tendencia a acercárselo al oído para descubrirlo, con lo que ese peligro aumenta.

Llevar simplemente el sello de fabricación en la CE, no significa que sea seguro acústicamente. Algunas veces incumplen la Norma Europea EN 71-1 sobre seguridad de los juguetes, donde se indica los límites máximos de sonido para el diseño de juguetes seguros, teniendo en cuenta su tipo y la duración del sonido emitido.

Para el sector médico, un juguete sitúa su nivel seguro de sonido cuando el nivel del volumen no sobrepasa los 85 decibelios a una distancia de 25 centímetros del oído.

No hay que alarmarse, en la inmensa mayoría de las veces, estos juguetes cumplen con la normativa de seguridad sobre ruido anteriormente reseñada. Según Hamid Djalilian, otorrinolaringólogo en UC Irvine Medical Center, el problema surge porque los niños no siempre utilizan los juguetes de manera correcta. Es aquí dónde los padres debemos jugar un papel principal, y orientarlos en su adecuado uso.

La mayor preocupación de los expertos como Djalilian es que los daños que causan los juguetes en el nivel auditivo en los niños no son fácilmente detectados por los padres, y algunas lesiones son irreversibles.

La investigación llegó a la conclusión de que los padres, probablemente, se terminan acostumbrando a los ruidos de los juguetes de sus hijos, aunque muchos generen ciertos niveles de estrés, y no se dan cuenta que muchos de esos sonidos altos pueden dañar la audición del menor si el juguete no se usa correctamente.

Mejor prevenir

La OMS estima que 32 millones de niños y 43 millones de jóvenes de entre 12 y 35 años, sufren cierta discapacidad auditiva. Y que un 60% de las causas de esa disminución o pérdida de audición se pueden prevenir.

Ante cualquier sospecha de déficit de audición , es importantísimo acudir al otorrinolaringólogo para que pueda detectar cualquier posible daño auditivo en nuestros peques. La detección a tiempo de cualquier deficiencia auditiva ayudará a evitar mayores consecuencias en el desarrollo del habla, o efectos psicológicos, sociales y escolares negativos.

El diagnóstico precoz ayuda a evitar males mayores, aunque no es tan evidente reconocer el problema en un bebé. En España, algunas Comunidades Autónomas realizan pruebas diagnósticas a todos los recién nacidos que permiten identificar posibles problemas de audición. Sin embargo, no todas las autonomías realizan esas pruebas. Por lo tanto, en muchos casos, deben ser los padres o los pediatras los que detecten que el bebé o el niño tiene déficit de audición.

!Ojo! también los más mayores

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Una de las posibles causas de déficit de audición

Esto no implica que todos los menores que usen juguetes luminosos y ruidosos vayan a tener déficit de audición. Para los más mayorcitos, la mayoría de las amenazas para su salud auditiva provienen de la alta exposición que presentan ante aparatos electrónicos, auriculares, videojuegos o programas de televisión con un volumen elevado.

En este sentido, los padres tenemos que prestar atención en la selección de los juguetes, sobre todo si son juguetes ruidosos, a la hora de hacer los regalos en Navidad o de Reyes Magos, puesto que los ruidos y las normas de seguridad están especificadas por algo en cada uno de ellos, y también muestran las edades recomendadas para cada juguete en su etiquetado.