¿Sueñan tus hijos con volar? Estas son las mejores propuestas

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volar como Superman

Volar siempre ha sido uno de los sueños que ha tenido la humanidad y, aunque gracias a los grandes aviones que surcan los cielos diariamente más o menos la gran mayoría hemos volado alguna vez, hay maneras de sentir con gran intensidad la sensación más próxima a lo que realmente es volar.

De las propuestas que os presentamos a continuación, seguramente alguna de ellas os parecerá muy extrema, otras tan solo se pueden practicar en entornos acuáticos, algunas serán excitantes y otras simplemente os ofrecerán la posibilidad de disfrutar de un gran momento de tranquilidad observando como todo empequeñece a vuestros pies. Pero de lo que no cabe duda es que, si os decidís a practicar cualquiera de ellas con vuestros hijos, pasearéis una de esas jornadas que permanecen en el recuerdo de toda la familia para toda la vida.

Aventuras en globo aerostático

volar en globo

Si nos decidimos por montar en globo aerostático, disfrutaremos de una experiencia que nos permitirá observar las ciudades como si fuéramos pájaros, ascender por encima de montañas o quedarnos suspendidos sobre el campo en medio del silencio escuchando únicamente el sonido del viento a nuestro alrededor.

Una de las primeras preguntas que se plantean cuando uno piensa en montar en globo, es si se trata de una actividad segura. Pues bien, dada la formación de los pilotos de globos y las constantes revisiones a las que se someten todos los elementos del equipo, podemos afirmar que se trata de una actividad extraordinariamente segura y para la que no hay prácticamente limitaciones de edad (normalmente a partir de los 6 años).

Pero, ¿Dónde podemos montar en globo? La respuesta es sencilla: en cualquier ciudad de España incluyendo las que son Ciudades Patrimonio de la Humanidad, como Segovia o Toledo por ejemplo, siempre que se respeten los límites del espacio aéreo. Eso sí, hay que tener en cuenta que es necesario madrugar ya que los vuelos en globo se suelen programar a primeras horas de la mañana, dado que son los momentos más tranquilos del día. A lo largo de toda la geografía de nuestro país existen multitud de empresas experimentadas que ofrecen rutas en globo.

Adrenalina en entornos acuáticos

Ahora que tenemos el verano a la vuelta de la esquina, comenzamos a soñar con la anhelada estancia en la playa en compañía de nuestra familia. Pero, una vez que estemos allí, entre las múltiples actividades que podemos programar para romper las tradicionales rutinas playeras disponemos de algunas que nos podrán unas buenas dosis de emoción en las alturas.

Flyboard

El flyboarding, deporte inventado por el francés Frank Zapata en 2012, es una de las actividades acuáticas más alucinantes y adictivas que se pueden practicar en nuestras playas o lagos, sintiendo la sensación de que se flota por encima del agua. Se trata de una actividad que se puede disfrutar perfectamente en familia en la que, tras sujetarte una pequeña tabla a los pies, dos potentes chorros de agua te impulsarán hacia las alturas permitiéndote flotar sobre la superficie del agua, sumergirte en ella y realizar diversas piruetas en el aire a medida que vas adquiriendo más pericia.

actividades de flyboard deportes de playa

El flyboarding se puede practicar en la mayoría de las poblaciones turísticas costeras españolas como pueden ser Barcelona, Torrevieja, Denia, Ibiza, Canarias, Pontevedra… y hasta en algunos lagos de interior como por ejemplo en Loa Ángeles de San Rafael en la provincia de Segovia. En realidad, lo único necesario es contar con una superficie acuática en la que pueda circular una moto de agua. Los precios pueden oscilar entre los 60€ y los 140€, por 15 minutos, dependiendo del lugar elegido.

Parasailing

Al igual que el anterior, el pararsailing se puede practicar en la gran mayoría de las costas de nuestro país, destacando sobre todo en las costas de Málaga y de Ibiza. Para practicarlo, una persona o varias a la vez, se sujetan a un paracaídas que es arrastrado por una embarcación. Cuando ésta acelera, el paracaídas comienza a tomar altura hasta que las personas sujetadas comienzan a volar sobre el agua. Los que van en el paracídas no tienen prácticamente ningún control sobre el vuelo y dependen de las maniobras que realice el piloto de la embarcación y de las condiciones del viento. Por lo tanto, no hay que realizar procesos de aprendizaje. Dependiendo de la zona donde se practique, los precios pueden variar bastante, en una horquilla entre los 40€ y 70€ por un paseo de 20 minutos.

Kitesurf

Aunque no se  trata de una actividad en la que se vuele muy alto, sí que es cierto que proporciona intensas sensaciones de flotar en el aire por algunos segundos. Para practicarla, una cometa de tracción que aprovecha la fuerza del viento, hace que el deportista se deslice sobre el agua elevándose por encima de ella en bastantes ocasiones. Desde hace ya bastantes años, resulta habitual observar a niños practicando kitesurf en numerosas playas españolas, siendo Tarifa la gran meca de este deporte en España. Se pueden encontrar cursos de kitesurf a partir de 18€/h.

Actividades más extremas

Entre las numerosas actividades que el ser humano ha ideado para sentir la sensación de volar, algunas de ellas estarían consideradas como actividades de riesgo ya que en su práctica, a pesar las medidas de seguridad que cada vez están más perfeccionadas, la probabilidad de sufrir accidentes es bastante más elevada.

Ala delta

El ala delta es un mecanismo ideado para realizar vuelos planeando que se compone de una vela sobre una estructura de aluminio. Por debajo de la vela se coloca el piloto en posición horizontal, sujetado por un arnés, quien mediante los cambios de posición de su cuerpo consigue desplazar el ala en la dirección que desee tomar. Los despegues se realizan tras una breve carrera ladera abajo y se planea sobre corrientes de aire en un vuelo que puede durar desde breves minutos hasta largas horas dependiendo de la pericia y la experiencia del piloto. Los primeros vuelos se realizarán en tándem junto con un piloto experimentado.

Parapente

Parapente con niños

El parapente es un ala flexible que no tiene estructuras rígidas, debajo de la cual se coloca una silla para volar cómodamente sentados. Dependiendo del tamaño de la vela, se puede practicar de forma individual o en pareja. Evidentemente, para disfrutar del parapente inicialmente, deberemos realizar nuestros primeros vuelos en tándem, acompañados de un piloto experimentado y certificado por la Federación Aeronáutica Española, quien se encargará de llevar a cabo todas las maniobras del vuelo. Al igual que en el anterior, los vuelos pueden tener una duración de varias horas.

Tanto el ala delta como el parapente se pueden practicar en multitud lugares por toda la Península Ibérica, siendo muy habitual en sitios como La Muela en Aragón, Piedrahita en Valladolid, Caracenilla en Albacete, multitud de localidades del Pirineo aragonés y catalán, Gamoniteiro en Asturias, Picos de Europa en Cantabria, o Sierra Nevada y Sierra de Grazalema en Andalucía entre otras muchas, por ejemplo.

Ultraligeros

Volar en ultraligero es una de las actividades de aventura más seguras que se pueden hacer siempre que se lleve a cabo acompañados de los profesionales adecuados, por supuesto debidamente titulados y en tándem con ellos.

Desde que un día a alguien se le ocurrió poner un motor a un ala delta, la realidad es que los ultraligeros son aviones de verdad pero menos pesados que los aviones convencionales y con un costo de vuelo mucho más bajo. Su vuelo a lentas velocidades les hace realmente divertidos.

La pista de despegue puede ser casi cualquier campo, algo que les hace muy asequibles y permite que haya centros de vuelo en múltiples lugares por toda España. En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, se puede acudir al centro de Villanueva de la Cañada, Villanueva del Pardillo, El Escorial o en el aeródromo de Casarrubios, entre otros. Un vuelo en ultraligero de 15 minutos puede costar en torno a 50 o 55€ por persona.

Madrid Fly, volar sin riesgos

niños volar en túnel de viento
Sensación de volar para niños

No te subirás por las alturas sobre una montaña ni observarás maravillas panorámicas desde las alturas, pero en el centro Madrid Fly, el mayor túnel de viento de Europa, podrás volar sin riesgos y sin la necesidad de saltar desde un avión.

Cuatro potentes motores mueven unas hélices que generan una corriente vertical de aire ascendente que te permitirá flotar sobre ella sin riesgo alguno. El desarrollo de esta actividad, muy similar al paracaidismo, se realiza bajo la supervisión de un instructor certificado y se puede practicar a partir de los 5 años de edad. Los vuelos se pueden disfrutar individualmente o acompañados y para los niños tiene un precio a partir de 39€.

Saltos de esquí todo el año

actividades en la nieve
Nuestro redactor en sus tiempos de Saltos de Esquí. Foto: Marca.com

No podía terminar este artículo sin mencionar uno de los deportes más excitantes (creedme que sé realmente de lo que hablo) relacionados con la sensación de volar, los saltos de esquí. En contra de los que inicialmente se pueda pensar, se trata de una disciplina en la que, a pesar de las caídas, las lesiones que se producen suelen ser poco significativas ¿Os podéis imaginar lo que se siente cuando te deslizas por una rampa a 90 km/h y saltas al vacío sustentado sólo por un par de esquís? Sencillamente indescriptible.

Se trata de un deporte altamente especializado que habitualmente comienzan a practicar los niños de entre 7 y 10 años en trampolines pequeños de unos 20 o 30 metros y cuyo tamaño se va incrementando progresivamente. En realidad se puede practicar sin límite de edad, he visto saltadores de esquí en Japón de hasta 76 años tirándose por trampolines de 90 metros, y durante todo el año gracias a las pistas recubiertas de plástico deslizante. La lástima es que en España no se puede practicar y si alguno de vosotros quisiera hacerlo, el sitio más cercano a nuestro país es un pequeño pueblecito de los Alpes franceses llamado Autrans, a unos 30km de Grenoble, donde su trampolín está disponible tanto en invierno como en verano.