La imaginación no tiene límites. Y cuanto más joven se es, la animación a la hora de crear mundos mágicos, crece. Es algo que no deberíamos perder nunca, algo muy importante. Desde casa y sin la ayuda de pantallas –más que el acceso online para seguir las instrucciones- vuestros chicos podrán crear un espacio único, cargado de recuerdos o de fantasías soñadas. Os animamos a seguir la propuesta del centro cultural y social La Casa Encendida: unos talleres infantiles de lo más interesante y gratuitos dirigidos a peques de entre 6 y 12 años y a todos aquellos que aún os sintáis un poco niños. Y, para construir esos personales universos –a veces en diferentes dimensiones- basta una caja y poco más (o mucho, imaginación). Os lo contamos.
Crear un diorama con material básico
Un diorama –ya lo sabréis- es una especie de maqueta que puede estar encerrada, como la que proponen desde La Casa Encendida, en una simple caja de cartón. Esa maqueta especial puede acoger todo tipo de figuras, recreaciones de paisaje o figuras de animales, hasta seres fantásticos, imaginarios que se van a ‘mover’ en un lugar inventado. La escena puede cobrar vida si se ilumina. Los dioramas fueron inventados en Londres, en 1781, por Philippe Jacques de Loutherbour y bautizados con ese nombre por Louis Daguerre para una exposición en la que presentó una maqueta rotativa.
El centro cultural madrileño propone, entre sus muchas actividades, que vuestros chicos creen uno, que evoque un momento o situación de su vida, un cuento o un escenario inventado. Es muy fácil; todo el material lo tendréis a mano, tanto si estáis en vuestra vivienda habitual como si os encontráis en una residencia vacacional. ¿Qué necesitáis? Pues una caja de cartón (o de madera), que será el escenario de esa obra collage y que contará con suelo y paredes. Además, se utilizan fotos, recortes de periódico o de revistas, pinturas de diferentes colores, pegamento y tijeras –éstos, como la caja, son básicos-. Para recrear un ambiente, se aceptan también hilos, algodón, plástico, cartón y todos los ‘tesoros’ que los chicos encuentren en la playa o en el campo, como piedras, conchas, palos, o en casa: viejos muñequitos, sus propios dibujos…
Un universo inventado (o real) dentro de una caja
Primordial es crear un argumento, elaborar un ‘guion’ para montar el escenario de la historia: un planeta inventado, una interpretación de su habitación, el lugar de sus vacaciones favoritas, la tierra de los robots… Las fotografías y los dibujos añaden valor a la ‘obra’ artística.
La propuesta cuenta con el asesoramiento del artista canadiense Marcel Dzama –que ya presentó su muestra “Dibujando una revolución” en La Casa Encendida-. Sus dioramas son increíbles y en ellos parecen flotar y bailar los personajes. En sus cajas mágicas creó, por ejemplo, un carnaval en pleno movimiento. Sus referencias artísticas pasan por el seguimiento de grandes pintores, como Goya o El Bosco.
La actividad, a la que podéis acceder en su web: lacasaencendida.es, está disponible –como muchas otras de su programa de talleres online (La Casa On)- hasta el 30 de septiembre.
