Todo en orden: sus juguetes, su ropa y sus ideas

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orden juguetes

Llega la hora del baño o de la cena y la habitación de los peques es una auténtica leonera. No solo los juguetes están esparcidos por el suelo y la cama, también –es frecuente- el material escolar está desordenado en su escritorio después de hacer los deberes. Hay que poner orden, sin gritarles, estableciendo rutinas y dejando que propongan ideas. Es algo que va a ser importante en su futuro; si ordenan sus cosas también ordenarán mejor sus ideas. Sí, os vamos a sugerir algunas que han tenido éxito para lograrlo; muchas de ellas parten de asociaciones de educadores; otras, del sentido común. Pero como para establecer la organización es necesario administrar bien el espacio –y en muchas casas es pequeño- también os dejamos algunas sugerencias de organizadores de juguetes y ropa que están en el mercado.

Divertidos y decorativos ‘guardajuguetes’

Ahorrar espacio y hacerlo atractivo son cosas compatibles. Sus juguetes blandos –nos referimos a peluches, juegos, libros de tela y muñecas de trap- se pueden recoger, por ejemplo, en una bolsa-alfombra, que se cierra como un saco con los juguetes dentro y que, al abrirla y extenderla en el suelo, se convierte en una alfombra en la que podrán jugar. En Ikea la podéis encontrar por poco menos de 7 euros. La misma firma sueca tiene a la venta las cajas de almacenamiento en distintos colores Trofast. Se colocan verticalmente sobre una estructura. Cada caja cuesta 3,50 euros y la estructura con cuatro cajas –las hay para más- tiene un precio de 33 euros.

bolsa alfombra juguetes IKEA

Muy decorativas resultan las hamacas para que duerman los juguetes. Se cuelgan en techo de la habitación, en una esquina y son muy prácticas. Se pueden comprar a través de amazon por 7,91 euros, pero también las podéis encontrar en algunas jugueterías y en espacios de decoración infantil de centros comerciales.

La firma Miyo –en El Corte Inglés– tiene curiosos diseños de carritos de madera, algodón y poliéster, con diferentes motivos, en el que almacenar juguetes (desde 40 euros). Por otro lado y también sobre ruedas, resultan muy prácticos los carritos para organizar las verduras que muchos tenemos en la cocina. Se pueden pintar de colores alegres y utilizarlos para el almacenamiento de sus juguetes.

En fin, las propuestas son infinitas: grandes bolsas con dibujos, peluches gigantes con cremallera para llenar su barriguita de juegos, y también, para su ropa, cuando los armarios no son suficientes, es una buena idea utilizar los burros (barras metálicas movibles) en los que se exponen las prendas en los showrooms.

Organizarnos para organizar

Ser estrictos con los niños suele ser contraproducente. Como en todo, en esto también se trabaja en equipo. Hay ciertas claves que funcionan y no está de más seguirlas, porque el orden de su habitación o cuarto de juegos influirá en el orden de su vida adulta.

Establecer una rutina. Si desde el aseo matinal y el desayuno hasta que se vayan a dormir establecemos un programa diario todo resultará más fácil. Desayunar sentados, cepillarse los dientes, organizar la noche anterior la ropa que van a vestir –si no llevan uniforme escolar-, llegar a casa y no jugar hasta después de hacer los deberes y, claro, dentro de esa rutina ordenar sus cosas.

Dejarles aportar ideas. Pueden y deben. Ellos, con vuestra ayuda, establecerán la organización y, como si de un puzzle se tratara, encajarán las piezas para que todo salga bien. Los juguetes tendrán su lugar: las piezas de Lego o de otras construcciones deberán estar separadas de otros juguetes (ellos deciden el color y el lugar en el que se guardan). Los más habituales los tendrán que tener más a mano. Proponedles que ellos establezcan ese orden y, a poder ser, convertidlo en un juego.

Paciencia y confianza. Son dos cosas imprescindibles que los educadores aconsejan. Nada se consigue en un día; hay que ser pacientes con ellos y, por otra parte, también hay que mostrarles la confianza en que ellos son muy capaces de hacerlo. Es como establecer un reto.

Premiar los éxitos. No hace falta que la recompensa, cuando han conseguido el orden, sea material. Pero sí que debe ser verbal: “estamos orgullosos”, “lo habéis hecho muy bien”, “lo habéis conseguido”… Es recomendable transmitírselo.

No se trata de estrategias, sino, más bien, de poner orden en su vida y en la nuestra. Es importante y no difícil. Seguro que colaboran.

Ana Ijalba