Vuelta al trabajo y los niños sin cole

Un problema de conciliación familiar sin precedentes en nuestro país

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Poco a poco España comienza su andadura hacia la normalidad laboral. Durante la desescalada son muchos los padres, la mayoría pequeños empresarios y autónomos, que retoman su actividad laboral con la reapertura de pequeñas empresas hasta ahora consideradas no esenciales durante las primeras semanas de confinamiento.

Por una parte, para muchas familias esto supone volver a generar ingresos y salir de un tiempo de impasse durante el cual los ingresos familiares se han visto reducidos, en el mejor de los casos, a las ayudas aprobadas por el Gobierno, pero que en muchos casos ha sido cero, debiendo hacer uso de los ahorros disponibles. Pero por otro lado, supone un grave problema de conciliación familiar dado que los niños estarán, casi seguro, sin colegio hasta primeros de septiembre -esa será otra cuestión, pues todavía no esta claro cómo será su vuelta al cole-, dado que muchos no tienen con quién dejar al cuidado de sus hijos una vez que se produzca su reincorporación efectiva a sus puestos de trabajo, el próximo día 11.

¿Con quién se quedan los niños?

Abuelos y conciliación familiar
Los abuelos, el recurso de las familias

Según un estudio realizado durante el pasado mes de abril por Yoopis, la plataforma internacional creada para satisfacer la oferta y demanda de servicios de cuidado infantil y asistencia a familias, durante el confinamiento en un 62% de los hogares al menos uno de los padres ha podido permanecer en casa para teletrabajar y cuidar así de sus hijos. Otro 17% de los progenitores no han dejado de trabajar durante este periodo y en el mismo porcentaje, uno de los padres no trabaja manera habitual. Solo en el 3% de los casos ninguno trabaja.

Seguro, que como en anteriores ocasiones, lo primero que pensaremos en este regreso a la actividad laboral es echar mano de los abuelos. Pero, por desgracia, en esta ocasión no va a ser posible al ser considerado uno de los grupos de mayor riesgo de contraer el coronavirus. Además, unido a que, según fuentes sanitarias, los pequeños son el grupo más propenso a portar el virus de forma asintomática, genera un alto riesgo para nuestros mayores. Por tanto, el binomio abuelos+hijos es impensable e inviable.

Según el plan establecido por Educación, durante este proceso de desescalada -previsiblemente se prolongará hasta finales de junio-, y a partir del 25 de mayo, los centros abrirán para los niños hasta los 6 añosescuelas de 0 a 3 años, de guarderías y de segundo ciclo de Infantil– en caso de que ambos progenitores deban acudir a su puesto de trabajo, o el progenitor, en el caso de familias monoparentales. También, y de forma voluntaria, los alumnos de cuarto de ESO, segundo de Bachillerato, segundo de FP de grado Medio y Superior y el último año de Enseñanzas de régimen especial. Pero, ¿están los colegios preparados para acoger con seguridad a los niños? ¿Están los padres dispuestos a asumir este riesgo?

Una solución muy dificil de encontrar

La niñera, una solución con carga económica

Según la encuesta de referencia, un 51% de los encuestados contrataría una niñera -preferentemente joven, con estudios y que hable inglés- y un 48% piensan que se podrán organizar. Sin embargo, «las medidas de apoyo y protección social para el cuidado de niños durante la situación actual son insuficientes para la contratación de una niñera según el 69% de los participantes», destaca Yoopis en su informe. Esto último está claro, sobre todo con aquellos padres que se han visto afectados por un ERTE o están recibiendo una ayuda social por su situación laboral, y aunque su solución es contratar a una niñera, sus ingresos no les permitirá hacerlo. Según comenta un padre encuestado «Necesitamos una ayuda económica, ya que seguimos pagando el colegio, pero debemos volver al trabajo y tenemos que contratar a alguien que se ocupe de ellos mientras estamos fuera”.

Otra solución para un porcentaje de padres y madres podría provenir de las propias empresas con trabajadores por cuenta ajena, permitiendo una mayor flexibilidad horaria de sus empleados. De esta forma, los padres podrían compaginar sus labores al cuidado de los pequeños y su actividad laboral.

Con todo lo expuesto, hay quienes, a pesar del alto riesgo de contagio, no tendrán otra opción que dejarlos con los abuelos y las abuelas, ante la disyuntiva de perder el trabajo y no llegar a fin de mes en las circunstancias actuales.