España es tierra de castillos de norte a sur y de este a oeste. Contamos en nuestra geografía con muchísimas de estas fortalezas históricas muy bien conservadas que, sin duda, son admiradas por todos los visitantes a nuestro país. Recordemos algunas de estas maravillas: Castillo de Coca (Segovia), de Manzanares el Real (Madrid), de la Mota (Valladolid), de Almodóvar (Córdoba) -donde se grabaron escenas de la serie Juego de Tronos-, la Alhambra (Granada), Olite (Navarra), Belmonte (Cuenca), Alcázar de Segovia, del que dicen se inspiró Walt Disney para la película Blancanieves o el castillo de Butrón (Vizcaya), una auténtica extravagancia responsabilidad del marqués de Torrecilla.
Son tan innumerables que hasta los habitantes de dos de nuestras comunidades autónomas tienen el gentilicio de castellanos. Hoy sin embargo nos vamos a centrar en los quizás menos conocidos por los visitantes, pero también impresionantes, que existen en la algunas ciudades de la Comunidad Valenciana. Recordad que a los niños les fascinan los castillos y en cualquier escapada un plan con el que seguro triunfaréis será con una visita a cualquiera de estas fortalezas medievales.
Castillo de Xátiva (Valencia)
Es uno de los castillos medievales mejor conservados de nuestro país. Es una doble fortaleza situada en la sierra del Castell, sobre Xàtiva, que por la situación estratégica de la ciudad ha sido escenario y testimonio de numerosos conflictos. Dividido en el Castell Menor y el Castell Major, el primero se asienta sobre restos iberos y romanos. La sucesivas culturas que han poblado estas tierras lo fueron ampliando y fortificando. Gozó de protagonismo durante las campañas de Aníbal, y en el período de Al-Ándalus; pero más tarde, en tiempos del Reino de Valencia, tuvo un papel muy importante en las guerras contra Castilla, en las de Germanías y en la de Sucesión. También fue presidio de ilustres condenados.
Desde el castillo bajan las murallas que abrazaban la Xàtiva altomedieval. Nos encontramos ante uno de los tesoros de la ciudad, de arquitectura imponente, declarado Bien de Interés Cultural. A pesar de sus raíces ibéricas y romanas, la mayor parte de las murallas y torres conservadas son de origen islámico o gótico. Una vez en Xàtiva es imprescindible realizar el recorrido por esta fortaleza, desde la cual se observan unas espléndidas panorámicas de la población y su entorno.
Con los niños es ideal subir al castillo con el trenecito turístico. La mejor época para visitarlo es en primavera y en otoño, ya que en verano las temperaturas pueden llegar a ser muy altas. La entrada es 2,40€ para adultos y 1,20€ para niños mayores de 10 años. Los menores de 10 años no pagan. El trenecito cuesta 4,20€. www.xativaturismo.com/castell-de-xativa/
Castillo de Sagunto (Valencia)
Su castillo es uno de los elementos que da carácter a la ciudad de Sagunto, aunque mejor deberíamos decir sus ruinas. Eso sí, desde la lejanía se divisan sus impresionantes muros en lo alto de la montaña. Son muy apreciables las diferentes civilizaciones y culturas que se asentaron aquí en el pasado: romanos, visigodos, árabes y cristianos, como así lo atestigua una mirada a sus murallas. Fisgar por el castillo (entrada gratis) en una fácil excursioncita con los niños, es como viajar en el tiempo, que además se puede combinar con una visita al teatro romano.
El perímetro actual corresponde a la fortaleza islámica, tiene cerca de un kilómetro y se alza sobre un cerro de la sierra Calderona. En las laderas quedan vestigios de construcciones romanas y de la muralla ibérica. En su interior hay restos de todas estas culturas, épocas y estilos.
El Castillo de Sagunto fue declarado Monumento Nacional en 1931. Se divide en siete recintos independientes. En uno de ellos se encuentra el llamado Antiquarium Epigráfico, donde se puede visitar una magnífica exposición de epigrafía latina, ibérica y hebraica procedente de las excavaciones realizadas en el Castillo. No olvidemos que desde el mismo castillo se pueden atisbar hermosas vistas del mar Mediterráneo.
Castillo de Peñíscola (Castellón)
Es también conocido como el Castillo del Papa Luna y está emplazado en la zona más elevada del peñón que domina la ciudad, alcanzando una altura de 64 metros sobre el nivel del mar. Su perímetro es de unos 230 metros y tiene una altura media de 20. Esta obra románica la construyeron los Templarios sobre los restos de la antigua alcazaba árabe entre 1294 y 1307.
Su sobrenombre se debe a que Pedro Martínez de Luna y Pérez de Gotor fue nombrado Papa por la obediencia de Aviñón con el nombre de Benedicto XIII de Aviñón, y convirtió el castillo en su sede pontificia en el largo litigio sobre su legitimidad. Su tenacidad contra sus enemigos sirvió para que surgiera la frase popular de «mantenerse en sus trece» en referencia a la negativa de Benedicto XIII de renunciar a su posición de papa.
Actualmente se encuentra en fase de restauración por lo hay zonas no visitables. Se puede entrar en el Castillo y en el Parque de Artillería, que rodea la fortaleza por su parte marítima. Dado que ambos recintos no se encuentran comunicados, el acceso al Castillo se realiza por su única entrada situada en la calle Castillo (donde actualmente está la taquilla) y la entrada al Parque de Artillería por la calle Santos Mártires. (Precio: Adultos 5€, de 9 a 16 años: 3,5€ y niños menores de 8 años: gratis). castillodepeniscola.dipcas.es
Es un castillo que les encanta a los niños. Ya es una aventura llegar a él subiendo por las estrechas calles y escaleras, pero pueden explorar las salas, patios y subir a las torres más altas.
Castillo de Santa Bárbara (Alicante)
Se encuentra ubicado sobre el monte Benacantil, una gigantesca roca llamada en la antigüedad Banu-lQatil, de 166 metros de altitud lindante con el mar, lo que le confería un enorme valor estratégico.
En sus laderas se han encontrado restos arqueológicos de la Edad del Bronce, ibéricos y de la época romana, si bien el origen de la actual fortaleza hay que buscarlo a finales del siglo IX cuando la dominación musulmana.
Un castillo con ascensores de acceso
Adquiere este castillo el nombre de Santa Bárbara porque el día de su festividad, 4 de Diciembre de 1248, la tomó a los árabes el infante Alfonso de Castilla, futuro rey Alfonso X el Sabio. Hasta el reinado de Felipe II no se produce la gran reforma del castillo, con la construcción de las dependencias que en su mayoría hoy contemplamos. Hasta 1963, en que fue abierto al público, estuvo en una situación de abandono. Fue en ese año cuando se inauguraron los dos ascensores que hacen un recorrido por dentro de la montaña de 142 metros y a los que se accede por un túnel de 205 metros de longitud que nace en la avenida de Jovellanos, frente a la playa del Postiguet.
Se divide este castillo en tres recintos bien diferenciados. El primero de ellos es el más alto, se le conoce por ‘La Torreta’, al encontrarse en él la vieja Torre del Homenaje, y tiene los vestigios más antiguos de toda la fortaleza, unos basamentos de los siglos XI al XIII. El recinto intermedio corresponde a las dependencias más importantes concluidas en 1580: Salón Felipe II. Del siglo XVIII data el recinto inferior donde encontramos el Revellín del Bon Repós, que hace actualmente las funciones de aparcamiento y en el que se ubica el monumento al ilustre militar alicantino Félix Berenguer de Marquina.
En el museo se realizan visitas guiadas y programas escolares. Sin duda desde el castillo encontraremos las mejores vistas de la ciudad.
Precio: gratuito por Vázquez de Mella. Ascensor (por Avda. Juan Bautista Lafora, frente a playa del Postiguet), 2,70€.
Otros no menos importantes.
Es una lástima pero por espacio no podemos describir muchos de los que se quedan en el tintero pero que no quiero dejar de mencionar, como son los castillos de Cullera (Valencia), de Buñol (Valencia) –uno de los mejor conservados de España y todavía con viviendas en su interior-, el de Benissanó (Valencia. Foto portada), de Morella (Castellón) o de la Atalaya (Alicante).
