«Nos cambiamos de casa. ¿Cómo se lo explicamos a los niños?»

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estrenar casa

Lo que en principio parece un buen plan: estrenar casa y, con ella, vida, señalan distintos estudios que es una de las mayores causas de estrés, después –y de lejos, claro está- de la pérdida de un ser querido, de una enfermedad grave o de un despido laboral. Una mudanza de casa no tiene porqué ser así (motivo de estrés). Hay que empezar por nosotros mismos, ya que si somos capaces de controlar la ansiedad no se la transmitiremos a los niños. Para ellos es quizás un paso más difícil –y aún más si son han pasado de los 7 años de edad-, que debemos encauzar, pero sin engaños.

Beatriz y Ramón, amigos y seguidores de Qué hacer con los niños y padres de dos niños, de 7 y 9 años, nos trasladaron su experiencia. Con los consejos de una amiga psicóloga y con las sugerencias de otros padres que pasaron por dos mudanzas, consiguieron relativizar y que el cambio de hogar fuese ‘casi’ un éxito. Ellos nos han explicado parte del ‘programa’ que llevaron a cabo.

5 claves para entrar todos en el nuevo hogar con buen pie

Hay que entenderlo; un cambio de casa –aunque sea por motivos positivos, como una mejora en el trabajo de uno de vosotros o la posibilidad de aumentar la calidad de vida en una vivienda más valorada- nos afecta a todos. Pero los peques lo suelen vivir como un trauma: sienten que van a perder a sus amigos del barrio o la urbanización, a los compañeros del cole –si es que la mudanza también implica cambio de centro escolar- y, sobre todo, que tienen que abandonar ‘su espacio’. Hay reglas sencillas que pueden ayudar, y mucho.

Visitad la nueva casa en familia

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Después de comunicar a vuestros hijos, sin dramatismo, que vais a cambiar de casa, lo más aconsejable es que cuanto antes –si es posible, un mes-, previamente a la mudanza de muebles y otros enseres, visitéis el que va a ser vuestro nuevo hogar con ellos. Si así lo consideráis, quizás esté bien que elijan su habitación. Si ya lo habéis decidido vosotros, podrán visualizar dónde estará su cama, su mesa de estudio, sus juegos… Implicadlos en las decisiones pequeñas pero importantes. Y salid con ellos a pasear por las calles cercanas.

Pedidles opinión y ayuda

Es importante que ellos vean que a vosotros también os cuesta un poco haceros a la idea del cambio, pero deben entender que todo es superable ‘en equipo’. Aparte de las sugerencias sobre la ambientación de la nueva casa, explicadles que vuestros amigos lo van a seguir siendo, aunque estéis un poquito más lejos. Deben entender que tampoco ellos van a perder a los suyos. Si, además, cambian de cole, la idea es transmitirles que van a sumar amigos y compañeros.

Cambios paulatinos… y la sorpresa de las novedades

Ya ha llegado el día. Vais a dormir por primera vez en la nueva casa. El cambio de domicilio suele conllevar otros cambios: de decoración, por ejemplo. Es normal, pero en las pequeñas cosas os sugerimos que realicéis los cambios poco a poco. Es mejor que durante los primeros días los niños sigan utilizando los juegos de cama, toallas, cojines y objetos muy queridos por ellos del hogar anterior, que les hagan sentirse ‘en casa’. Así, algo más adelante, las incorporaciones se vivirán como una buena sorpresa.

Invitad a amigos y familiares

Para que no sientan un cambio brusco, lo ideal es que vean que su entorno no ha cambiado. Sobre todo en los primeros días de estrenar casa, es aconsejable que abuelos, tíos, primos y amigos (vuestros y de ellos) vengan de visita. Ayudará a normalizar la situación.

…y convertid a los peques en anfitriones de una fiesta de inauguración

estrenar casa fiesta de inauguración

Una idea que les funcionó a nuestros amigos fue hacer una lista de invitados –con la imprescindible colaboración de sus hijos- para la fiesta de inauguración de la nueva casa. Beatriz y Ramón nos contaron que hasta pusieron una banda que atravesaba horizontalmente la puerta de entrada a la casa para que sus hijos la cortasen cuando apareciesen los primeros convocados al evento. Los peques fueron los auténticos anfitriones, los encargados de guiar la visita por la nueva vivienda y brindar con un zumo por su nuevo hogar.

Si el estrenar casa implica también un cambio de ciudad, lo que en apariencia resulta más complicado, se puede trasladar a los peques como una ‘aventura’ de las muchas que vivirán en su vida, como un reto positivo y que les haga pensar que todo queda abierto al retorno a la ciudad de la que parten.