Los padres y profesores están furiosos con el nuevo decreto sobre la ESO

Desaparece el Descubrimiento de América pero las matemáticas serán inclusivas

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educación curso primaria ESO

El nuevo Real Decreto sobre la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) que acaba de aprobar el Consejo de Ministros ha generado una gran controversia y sorpresa entre toda la sociedad española, especialmente entre los padres y profesores.

Entre las medidas más polémicas -que entrarán en vigor en 1º y 3º de la ESO el próximo curso, y en 2º y 4ª en el curso 2023-2024 se encuentran la supresión de las calificaciones numéricas, la desaparición de los exámenes de recuperación en junio, la posibilidad de pasar de curso sin límite de asignaturas suspensas, la supresión de la Filosofía así como la enseñanza cronológica de la historia.

Más estupefacción ha creado el fin del estudio del Descubrimiento de América y de la Revolución Francesa. En el caso de los cambios aprobados para la asignatura de matemáticas, esto ya ha generado, choteo. El nuevo decreto aboga por unas ‘matemáticas inclusivas y socioafectivas’. Supongo que alguien nos explicará que significa esto.

¿Saldrán mejor preparados nuestros hijos?

La disculpa dada para aplicar estas normas es que España tiene una de las peores tasas de abandono escolar y mayor número de repetidores de la OCDE. La solución que se le ha ocurrido a nuestro Gobierno no es otra que reducir los contenidos, es decir bajar el nivel de la educación, y limitar las repeticiones de curso por niño hasta un máximo de dos veces.
Además, a partir del próximo año, los alumnos podrán pasar de curso aunque tengan más de tres asignaturas suspendidas (sin límite de cates) siempre y cuando el claustro de profesores así lo estime oportuno.

Está claro que en pocos años las estadísticas de los estudiantes españoles de la ESO serán mucho mejores. Eso sí, sus conocimientos habrán mermado sustancialmente y en algunos casos, desaparecido.

¿Cómo no va a ser cronológica la Historia?

Multitud de expertos en la materia (entre los que se encuentra el Consejo de Educación y por supuesto la totalidad de los historiadores) están indignados con la renuncia a impartir la asignatura de Historia según un orden cronológico. Precisamente la historia es eso: el orden de los acontecimientos sucedidos en el el tiempo y en un sitio determinado. Vamos, muy sencillo: cronología y geografía.

En vez de eso, los alumnos comenzarán a estudiar esta materia a partir de 1812, borrando de un plumazo dos de los hechos más relevantes de la historia contemporánea: el Descubrimiento de América (1492) y la Revolución Francesa (1789). La disculpa del Gobierno es que al agrupar la historia por contenidos, los estudiantes tendrán que memorizar menos y se centrarán en comprender los acontecimientos. Esto está muy bien, claro, pero siempre y cuando, los jóvenes sean capaces de enmarcar los hechos acaecidos en el momento adecuado. Los temas propuestos, entre otros, serán por ejemplo, «marginación, segregación, control y sumisión en la historia de la humanidad», «familia, linaje y casta», «desigualdad social y disputa del poder», «el papel de la religión en la organización social», etc.

Más curioso es que mientras se elude el estudio del hecho más importante y relevante de la historia de España, el Descubrimiento y la Conquista de América, se vaya a estudiar por primera vez la cultura del pueblo gitano. Muy respetable, sin duda, pero que parece que con mucha menor relevancia que otros hitos históricos.

Supresión de la Filosofía en 4º de la ESO

Si bien es cierto que esta materia actualmente es optativa, también lo es que la defensa del Gobierno por suprimirla aduciendo que se va a a impartir dentro de la asignatura Valores Cívicos y Éticos es absolutamente falso. Solo basta ver su programa que incluye temas como ‘Memoria Democrática’, ‘Ecofeminismo’ o ‘Derechos LGTBI’, que dista mucho de las enseñanzas filosóficas de Aritóteles, Platón o Kant.

No creo que para subir las estadísticas la solución sea rebajar la educación de nuestros hijos, dejarles pasar de curso sin aprobar o privarles de conocer los hechos históricos más importantes de nuestro país. Esto puede generar dos efectos negativos. Uno, que los buenos estudiantes pierdan motivación y trabajen menos, «total, para que me voy a esforzar si no vale para nada y no se me va a reconocer», podrían decir, y, lo que es peor, que los más vagos decidan no coger un libro cuando el aprobado sea gratis.

Y esto aquí no para, miedo me da. Por lo visto se está preparando otra reforma para el bachillerato. Con estas nuevas normas seguro que subimos en las estadísticas, pero sus conocimientos quedarán menguados.

Eso sí, al menos aprenderán que las matemáticas son muy ‘inclusivas y socioafectivas’, aunque no sean capaces de hacer una operación simple de quebrados.