Todavía no nos podemos bañar en ríos, pozas o pantanos –sí, prudentemente, en el mar-, pero disfrutar de los canales fluviales a bordo de un barco es un placer que nos está permitido. Y en nuestra geografía de interior contamos con ríos navegables que se pueden surcar en embarcaciones de ocio, disfrutando del frescor de las aguas, de los paisajes de la vegetación de las orillas y también de la vista de algunos monumentos o bellos lugares. Os dejamos algunos apuntes para las escapadas de este verano recién estrenado. Los peques disfrutarán de lo lindo.
Canal de Castilla, para marineros de agua dulce
Durante el reinado de Fernando VI, a mitad del siglo XVIII, el marqués de la Ensenada mandó construir el Canal de Castilla, que recorre las provincias de Burgos, Palencia y Valladolid. Su objetivo era trasladar el trigo recogido en ellas al Cantábrico para enviarlo a otros países. Desde 1991 está reconocido como Bien de Interés Cultural. Hoy nos permite realizar un viaje al pasado disfrutando y descubriendo cómo funcionaba el sistema de esclusas para salvar los desniveles.
Hay tres puntos de partida para embarcarse: Melgar de Fernamental, en Burgos; Medina de Rioseco, en Valladolid, y Frómista, en Palencia. Las rutas en embarcaciones turísticas –que normalmente se realizan durante todo el año- ya se pueden reservar. Los paseos, de ida y vuelta, duran aproximadamente una hora.
Desde Frómista (Palencia) el barco Juan de Homar parte todos los días (excepto los martes), dos veces por la mañana y dos por la tarde, para hacer un delicioso recorrido. Sale desde la Casa del Esclusero y es necesaria la reserva. En estos momentos acoge a 10 viajeros como máximo. Los horarios de mañana son a las 11:00 y a las 12:30; los de tarde, a las 17:00 y 18:30 (éstos pueden variar y retrasar una hora su partida dependiendo de la climatología, de lo que os avisarán al realizar la reserva). El precio es de 5 euros por persona y de 3 euros para grupos o pensionistas. Por los menores de 12 años no se paga hasta el mes de septiembre (a partir de ese mes es gratuito para menores de 7 años). Teléfono de reservas e información: 673 36 84 86.
También salen barcos desde Melgar de Fermental (Burgos), desde el Hotel de Carrecalzada (teléfono de reservas: 609 45 04 05) y desde Medina de Rioseco (Valladolid). En esta localidad el barco Antonio de Ulloa parte del Centro de Recepción de Viajeros de la Dársena del Canal de Castilla (teléfono de reservas: 983 70 19 23).
Fuera del agua, el Canal de Castila cuenta con muchas más actividades (por ejemplo, rutas a caballo o en bicicleta en las que el camino es bello y emocionante), que podéis consultar en su web: canaldecastilla.org.
El regreso del Curiosity, el barco de Aranjuez
Esta embarcación, realmente curiosa –de ahí su nombre- vuelve a surcar las aguas del Tajo a su paso por el bello municipio madrileño de Aranjuez. Se trata de un estupendo plan familiar para disfrutar después de gratificantes paseos, aperitivos y comidas en esta preciada localidad. En su web –elcuriosity.com– podéis comprar un bono por un día (o más) con visita guiada para conocer Aranjuez y sus jardines declarados Paisaje Cultural de la Humanidad por la UNESCO. El precio del pasaje es de 9,99 euros, pero por los más chiquitines (menos de 90 centímetros de altura y que no ocupen plaza) no se paga. Tras comprar el bono se debe hacer la reserva del día por teléfono o whatsapp.
Con la búsqueda y recompensa de un tesoro
La Búsqueda del Tesoro es una actividad muy divertida y dulce del Curiosity. Mapa en mano, los navegantes tendrán que resolver los enigmas que les conduzcan a encontrar el preciado cobre del tesoro. Durante más de 60 minutos, los peques y sus padres o acompañantes recorrerán lugares emblemáticos de Aranjuez en busca de pistas y resolviendo enigmas en la búsqueda del tesoro.
Como en la anterior actividad, la cita es en la fachada del Palacio Real y también se precisa de la compra del bono por un día en su web y de la reserva por teléfono o whatsapp. El precio también es el mismo (9,99 euros). Hay otros divertidos packs que podréis consultar. ¡A navegar con buen rumbo y viento a favor!
